Son dos de los nombres que ha dejado el verano. Un soplo de aire fresco. Dos jóvenes que se han reivindicado tarde a tarde a base de grandes actuaciones y que llegan en plena remontada dispuestos a conquistar a medio plazo los puestos de privilegio del escalafón. Román y Galván. Galván y Román. El valenciano inició su particular escalada en las Fallas, éxito que reeditó en la Feria de Julio y que ratificó en sus dos comparecencias este año en Madrid, así como ante los victorinos en Almería. El gaditano, por su parte, hizo lo propio en Las Ventas, Algeciras, El Puerto de Santa María y Dax.
Román: “Soy capaz de subirme al carro de los jóvenes porque estoy recuperando mi sitio. Me siento orgulloso de que lo que tengo me lo he ganado yo, no me lo han regalado”
Galván: “Al principio de mi carrera me costó creerme que podía competir de tú a tú con las figuras en las ferias. Ahora ese objetivo lo veo más cerca… lo veo y lo ambiciono”
Román: “Me siento más torero, más capaz, más creativo, resuelvo mejor y despejo muchas más interrogantes durante las faenas. Antes era todo más intuitivo y ligero”
Galván: “La constancia en el triunfo es el mejor ejemplo de que un torero tiene fondo y capacidad pero procuro no buscar el camino fácil, sino hacerlo con argumentos”
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