Sergio Flores, a hombros en la Plaza México

Roca Rey gustó en la tarde de su confirmación en Insurgentes, perdiendo un trofeo frente a su primero y estrellándose frente al imposible sexto. De la corrida de Barralva, bien presentada, destacó el jugado en quinto lugar.

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Fotos: TADEO ALCINA

Roca Rey brindó el toro de su confirmación a su hermano Fernando, también matador de toros. El ajustado y ceñido quite por chicuelinas y saltilleras fue una declaración de intenciones. El peruano puso pronto sus cartas sobre la mesa en un inicio de faena vibrante. Hasta el último momento aguantó para cambiar el viaje del toro en el pase cambiado por la espalda. Y de ahí surgieron ligados otros cuatro sin enmendar la planta. Muy quieto. Sobre la base del valor y las cercanías edificó la faena Roca Rey ante un toro noble pero bajo de raza y emoción. Labor de gran actitud y determinación en la que se mostró muy por encima de su oponente. Mató de una estocada caída, emborronando su actuación y perdiendo una oreja.

El peruano se estrelló frente al sexto que fue el garbanzo negro de la corrida. El de Barralva, manso y descastado, impidió el lucimiento de Roca Rey que optó por abreviar. Antes de coger la espada, el peruano pidió el sobrero de regalo que la autoridad, tras algunos minutos de confusión, no concedió ante el enfado y el disgusto del respetable.

El que hizo segundo puso en aprietos a los banderilleros. Arturo Macías quitó por saltilleras antes de dejar una faena de más voluntad y disposición que lucimiento. No le cogió el mexicano el ritmo a un toro noble y manejable y la faena no tomó vuelo en ningún momento siendo silenciado. Al serio cuarto, que tuvo nobleza y buena condición, no le acompañaron las fuerzas. Macías anduvo insistente en una faena excesivamente larga y en la que acabó poniendo al público en su contra frente a un animal que se afligió.

Sergio Flores sorteó en primer turno un toro manso pero que tuvo su punto de casta y emoción. Aprovechó la movilidad de su oponente Sergio Flores para cuajar una faena entregada desde los inicios. Le ganó la acción siempre, y con firmeza, le ligó dos series sobre la derecha que tuvieron transmisión. Sin fijeza y falto de entrega, Sergio Flores supo llevar al toro metido sin quitarle la muleta de la cara. Muy decidido, dejó una estocada efectiva aunque algo caída y paseó una oreja.

Su segundo fue un toro importante y uno de los mejores de la Temporada Grande. Bien hecho el de Barralva, embistió con transmisión, entrega y recorrido a la muleta de Sergio Flores, que abrió la faena a pies juntos en el tercio. Labor bien estructurada del mexicano en la que toreó con ligazón y mano baja sobre la diestra. Entregado, dispuesto, decidido… el toreo al natural no tuvo tanta continuidad pero aun así hubo muletazos de bella factura. Corrió bien la mano por ambos pitones ante un animal que respondió. Falló en el primer encuentro en la suerte suprema, dejando una estocada efectiva en el segundo encuentro que le valió una oreja y la puerta grande.

México D.F. (México), domingo 14 de febrero de 2016. Toros de Barralva, bien presentados y de juego desigual. El mejor, por su transmisión y recorrido, el quinto. Arturo Macías, silencio tras aviso y silencio; Sergio Flores, oreja y oreja; Roca Rey, que confirmó alternativa, ovación con saludos tras leve petición y silencio. Entrada: Algo más de un cuarto. Los tres toreros fueron obligados a saludar antes de que saltara el primer toro de la tarde. Roca Rey confirmó alternativa con el toro Cardifresco, número 191, de 500 kilos, negro bragado meano.

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Sergio Flores, a hombros en la Plaza México