La Revolera

¡Siéntense ya y hablen!

Paco Mora
lunes 05 de marzo de 2012

Perdónenme si se me va la cabra. Pero es que uno no sabe ya a qué atenerse. Estamos pidiendo poco menos que los toreros sean otra vez hombres de bronce…

Perdónenme si se me va la cabra. Pero es que uno no sabe ya a qué atenerse. Estamos pidiendo poco menos que los toreros sean otra vez hombres de bronce. Con toros del siglo XIX, sombrero de medio queso, navaja cabritera en la faja, trabuco al hombro y escupiendo por un colmillo y cuando un torero, o dos toreros, no juegan con las cartas marcadas, le echan cojones y dicen lo que piensan y obran en consecuencia, los vetamos y los dejamos fuera de ferias tan importantes como Valencia y Sevilla. Me estoy refiriendo a El Juli y a Perera.

Los dos tienen méritos suficientes para que se respete su profesionalidad, al margen de la defensa de sus intereses con acierto o sin acierto. Sencillamente porque su actitud en cuanto a sus derechos de imagen no debe ser óbice para que se les llame y se les oferte la inclusión en los carteles, con o sin televisión. Una cosa a un precio y otra a precio distinto. Ignorarlos no es de recibo. Y Perera y El Juli se la han jugado varias veces en esas plazas, en las que han conseguido grandes éxitos. El paisaje que se divisa alzado en hombros desde la Puerta Grande de la Plaza de Monleón de la ciudad del Turia y la Puerta del Príncipe de La Maestranza de Sevilla, es familiar para ambos matadores.

Y conste que me ratifico en mi criterio de que han tenido el don de la inoportunidad para plantear la cuestión de sus derechos televisivos, así como que el procedimiento de recurrir a tercerías minimiza a sus apoderados y a los empresarios, con los que se han entendido siempre, y de retruécano perjudica a la afición que se va a quedar sin verlos donde realmente hay que dar la medida. ¡Siéntense de una puñetera vez y hablen! ¿No se dan cuenta de que están haciendo unos carteles, salvo honrosas excepciones, que sólo les interesan a los villamelones, como dicen en México lindo? Y que con este estira y afloja tiran piedras a sus propios tejados. Unos y otros. Y así no vamos a ningún lado.

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