Subiendo peldaños

Peña de Cabra es uno de los parajes más hermosos del Campo Charro, la particular “milla de oro” ganadera de la provincia. Perteneciente al término de Narros de Matalayegua -de tanta fama por la artesanía de sus botos camperos- y cercana a las primeras estribaciones de la sierra, en una amplia comarca conocida por los lugareños como “la huebra” -por el río Huebra que riega sus campos y de cuyas aguas beben numerosos toros-, tiene en su cogollo lugares donde pastaron afamadas ganaderías que tanto prestigio han dado a la charrería. Desde aquellos “gracilianos” que llamaron “los Miuras de Salamanca” con su leyenda de la vacada más brava que hubo en la provincia; varios Pérez-Tabernero también andan asentados por allí, al igual que estuvo Vicente Charro de Murga, en la vecina Llen y ahora por allí siguen sus descendientes.

– “Exigimos mucho a las becerras, igual que a los machos. Casi no lidiamos novilladas porque quemamos muchos erales en el campo”

– “En los años tan duros nos mantuvimos porque estábamos muy encima de la ganadería; ahora se empieza a ver la luz”

– “¿Salamanca? Siempre es una responsabilidad acudir a nuestra feria. Se han recortado corridas y, hoy por hoy, las que van tienen muy ganada y merecida su presencia”

– “Aquí no puedes dormirte nunca porque en este mundo un tropezón se paga con perder el cartel. No hay más que ver el caso de muchas ganaderías”

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