Hubo un momento en la novillada final de la Feria de Albacete en que presente y pasado se fundieron en el ruedo, produciendo un latigazo emocional en quien esto firma…
Hubo un momento en la novillada final de la Feria de Albacete en que presente y pasado se fundieron en el ruedo, produciendo un latigazo emocional en quien esto firma. Había brindado el novillero López Simón al ganadero que estaba en el burladero de la empresa, y en las primeras secuencias de la faena, la banda de música dirigida por el maestro Manolo García se arrancó con el pasodoble titulado Pedro Martínez “Pedrés”, momento en el que la emoción contrajo el rostro del viejo matador y a quien esto firma se le hizo un nudo en la garganta. Pedro Martínez “Pedrés”, torero maravilloso / que al toro va frente a frente / y al que le grita la gente, por ser artista y valiente / ¡Viva el más grande! ¡Viva Pedrés!, y la música envolvía la faena del torerito de Barajas que sueña con razón tardes de gloria. ¡Cómo me venían a la mente los recuerdos en auténtica catarata!
¿Te acuerdas Pedro, cuando desde el tendido de esta plaza nuestra me lanzaste la muleta para que mi salto de espontáneo pudiera materializarse ante el novillo que había en el ruedo? ¡Qué tiempos! Aquello era como ir a los Tercios de Flandes. Era la aventura por antonomasia. Los hijos de los pobres no nos podíamos permitir soñar con otras. Y soñábamos con ser toreros de postín. Tú hiciste realidad tus sueños y estabas en el burladero de la empresa disfrutando de las embestidas de tus toros. Yo anduve por otros derroteros que también valieron la pena. Pero fíjate, tanto tiempo después, contemplando tu triunfo de ganadero en nuestra plaza, ¿te quieres creer que lo sentí como mí penúltimo sueño?
