Todo parecía pintado para que la ocasión resultase inolvidable por la decoración del artista, Belin, pero la goyesca de Arles resultó ser un pobre espectáculo. Talavante lo bordó con el quinto, desorejándolo tras torear muy bien al natural, mientras que Morante y Aguado tuvieron menores opciones con los de Garcigrande…
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