MÁS DE TRES CUARTOS EN LA CORRIDA NOCTURNA

Talavante triunfa; Palma reivindica la tauromaquia

El extremeño pasea una oreja de cada toro y pierde con la espada un triunfo clamoroso en el sexto
Tolo Payeras
jueves 06 de agosto de 2015

Manzanares logró un trofeo de su primero y Morante dejó retazos de su tauromaquia con un lote de muy medida fortaleza.

Corrida muy entretenida la vivida durante la noche de este jueves en el coliseo balear de Palma de Mallorca. La gente, que llenó en cerca de tres cuartas partes el coso, salió contenta de la plaza tras un festejo en el que Talavante acabó en volandas tras lograr ante el sexto la faena más redonda. Manzanares paseó un trofeo de su primero y sólo la mansedumbre del quinto le impidió redondear su actuación y Morante, ante un lote noble pero de poca fuerza, apenas pudo dejar esbozos de su personalidad y torería.

Morante toreó con temple con el capote al toro que abrió plaza. Luego, la faena de muleta estuvo condicionada por el de Zalduendo, que tuvo poca fuerza. Aun así, hubo pasajes de exquisitez y torería a cargo del sevillano, que mató de dos pinchazos y media estocada perdiendo una posible oreja. Saludó. Pero antes, al morir el animal, un espontáneo antitaurino saltó al ruedo, siendo reducido por fuerzas del orden público. Parecía llevar unas esposas en las manos y pretendía acercarse a Morante.

Impactó el saludo capotero de Morante al cuarto, pues al farol de pie que dio de primeras le siguieron navarras, chicuelinas y una media muy personal. Con la muleta pechó de nuevo con un zalduendo noble pero de escaso fuelle. Le faltó fuerza y motor al animal, que además bajaba de trapío con respecto a sus primeros hermanos. Poco pudo hacer Morante ante el apagado astado, toreando a media altura pero, eso sí, siempre en torero. Dio aire al toro, le perdió pasos e hizo todo a su favor, pero no pudo más que echar mano de recursos y adornos como en una serie de molinetes belmontinos. Estuvo por encima de su oponente, al que despenó de una estocada desprendida. Saludó de nuevo.

Manzanares saludó con muy buenas verónicas al segundo, al que con la muleta realizó una faena con mucha cadencia. Labor torera y templada, en la que alternó las series sobre las dos manos. Bien al natural, coronó sin embargo con dos series de derechazos fabulosas, en las no quitó en ningún momento la muleta de la cara del noble y manejable animal. Hubo muletazos de cartel de toros. Remató con una gran estocada y paseó una oreja, aunque la faena era de dos. Así lo interpretó el público, que pidió el doble trofeo a pesar de la negativa del palco.

El quinto, de escaso trapío como el cuarto, fue un manso de libro. Manseó en el capote, fue poco picado y con la muleta se rajó casi en el primer muletazo. Manzanares se hartó de perseguir al zalduendo dando varias vueltas al ruedo. Extrajó algún muletazo suelto estimable y trató de sujetarlo tapándole la salida con la muleta, pero ni por esas el lucimiento fue posible. Mató en toriles de un pinchazo y una estocada deprendida y saludó la ovación que le tributó el público.

Talavante anduvo muy variado con el capote frente al tercero. Lo saludó con verónicas de notable factura y después quitó por gaoneras. Con la muleta, su quehacer estuvo supeditado a la poca fuerza del zalduendo. Las series, ejecutadas por los dos pitones, fueron templadas y a media altura, finalizando con bernadinas. Lo mejor, la gran estocada con la que tumbó al astado. Cortó una oreja.

Frente al sexto realizó la gran faena de la noche. Fue ante el mejor toro del envío de Zalduendo, que tuvo la fuerza de la que adolecieron sus hermanos. El extremeño anduvo con él variado, templado, ocurrente, improvisatorio… Empezó de rodillas con la muleta, dando una serie completa de derechazos con molinete y pase de pecho incluidos en la tanda de hinojos. Luego, ya de pie, firmó una faena antológica por ambos pitones. Las arrucinas y los distintos adornos aderezaron el conjunto. Era de dos, e incluso de rabo, pero malogró todo con la espada, matando de un bajonazo, un pinchazo y una buena estocada. Aun así, le dieron la oreja y salió a hombros.

Palma de Mallorca, 6 de agosto de 2015. Corrida nocturna. Toros de Zalduendo, desiguales de presentación, nobles y manejables pero de poca fuerza salvo el sexto, bueno. El quinto fue un manso de libro. Morante de la Puebla, ovación con saludos en ambos; Manzanares, oreja con fuerte petición de la segunda y ovación con saludos; y Alejandro Talavante, oreja y oreja. Entrada: Tres cuartos largos de plaza (algo más de 11.000 espectadores). Los toreros hicieron el paseíllo bajo gritos de ¡libertad, libertad! a cargo del público. Talavante salió a hombros.

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