Categorías: Noticias

Tarde grande en Palencia

El mayoral de la ganadería salmantina salió a hombros junto a los tres toreros.

Fotos: FÉLIX PALENCIA

Tarde para la historia en Palencia. Los tres toreros salieron a hombros tras haber lidiado con máximo lucimiento una excepcional corrida de Montalvo. Se cortaron nueve orejas y un rabo simbólico, se indultó un toro -Catedrático, a manos de Perera-, se le dio la vuelta al ruedo a otro -que también cayó en el lote del extremeño- y junto a Miguel Ángel dejaron su huella Sebastián Castella y Juan del Álamo. El mayoral de la ganadería salmantina salió en volandas junto a la terna.

Miguel Ángel Perera indultó al segundo toro de su lote, un montalvo de nombre Catedrático, número 50, negro, de 527 kilos y nacido en enero de 2012. Faena prodigiosa del extremeño con capote y muleta, ejecutada toda ella en los medios con un temple y una firmeza de plantas sensacional. Cumbre la labor de Perera. Intentó entrar a matar en un par de ocasiones, pero el público, emocionado con la bravura y nobleza del astado, no le dejó. El presidente, al final, accedió a la petición del respetable y sacó el pañuelo naranja, premiando al torero con los máximos trofeos simbólicos. Catedrático peleó bien en el único encuentro que mantuvo con el picador. Se arrancó derecho y fijo al peto y, luego, se arrancó bien a los banderilleros, desarrollando en la muleta numerosas virtudes.

El segundo se lesionó la pata izquierda en el tercio de banderillas y fue devuelto a los corrales. En su lugar salió un sobrero de Montalvo de excelente juego, que fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Ante él se vio al Perera de sus mejores tardes. El arranque de faena fue tremendo: se le arrancó el toro mientras brindaba al público y, sin soltar la montera, ligó cuatro pases por alto magníficos. Luego, llegaron series sobre la mano izquierda en las que toreó despacio y bien; y otras después sobre la diestra que mantuvieron el alto nivel general de la faena. Coronó todo con un soberbio volapié y fue premiado con el doble trofeo. En banderillas, sufrió un porrazo el tercero de la cuadrilla del extremeño, Guillermo Barbero, que entró en la enfermería para ser examinado pero salió de ella para continuar la lidia.

El primero fue un toro de Montalvo con calidad aunque justo de fuerza. La templanza de la muleta de Castella hizo que el animal apenas perdiese las manos. De ese temple y tranquilidad también hizo gala el francés manejando el capote. Un pinchazo, una casi entera al encuentro y un golpe de descabello dieron paso a la oreja. El burel fue aplaudido en el arrastre.

El cuarto fue otro toro aplaudido en el arrastre, a pesar de sacar menos clase que sus tres hermanos anteriores. Castella anduvo entregado con capote y muleta. Abrió su faena sentado en el estribo antes de muletear en los medios sobre las dos manos. Mató de media en buen sitio y un descabello. Oreja.

Otra buena faena la de Juan del Álamo al tercero, otro buen toro de Montalvo. Lo recibió bien a la verónica el salmantino, instrumentando después un quite por ajustadas chicuelinas. Con la muleta encontró el sitio, bajó la mano y toreó despacio por los dos pitones. Labor notable, coronada de más de media estocada en buen sitio. Oreja con fuerte petición de la segunda y bronca al palco por no concederla. El de Montalvo fue aplaudido en el arrastre.

Dos orejas paseó Del Álamo tras lidiar al sexto. Faena muy importante de nuevo la del salmantino, que anduvo valiente y muy templado manejando las telas. Mató de un perfecto volapié y a sus manos fueron a parar, esta vez sí, dos muy merecidas orejas.

Palencia, sábado 3 de septiembre de 2016. Toros de Montalvo. Extraordinarios los seis de presentación, hechuras y juego. Gran corrida. El 2º se lesionó una pata en banderillas y fue sustituido por el primer sobrero -Cascabelero, nº 18, negro, de 536 kilos y nacido en septiembre de 2011- que fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. El excelente 5º -Catedrático, número 50, negro, de 527 kilos y nacido en enero de 2012- fue premiado con el indulto por su bravura y nobleza. Sebastián Castella, oreja en ambos; Miguel Ángel Perera, dos orejas y dos orejas y rabo simbólicos; y Juan del Álamo, oreja con fuerte petición de la segunda y bronca al palco por no concederla y dos orejas. Entrada: Media plaza. El mayoral de la ganadería salió a hombros junto a los tres toreros.