REPORTAJE

Treinta años de la alternativa en Nimes de Jesulín de Ubrique

Redacción APLAUSOS
domingo 13 de septiembre de 2020
Manzanares padre, en presencia de Emilio Muñoz, le cedió la muerte del colorado Correcostas, de la casa González y con el hierro de Sánchez-Dalp. El próximo 21 de septiembre se cumplen tres décadas de la efeméride

Aquel viernes 21 de septiembre de 1990 Jesulín tenía sólo 16 años. Hasta entonces, únicamente habían tomado la alternativa a tan temprana edad Fermín Espinosa “Armillita”, Manolo Bienvenida, Juan José, Juan Antonio Ruiz “Es­par­ta­co” y José Miguel Arroyo “Joselito”. El es­pi­ga­do y barbilampiño Jesús Janeiro Bazán -“Jesulín de Ubrique” en los carteles- sumaría ese día su nombre a la singular lista. El gaditano había toreado sesenta novilladas picadas en 1989 y ciento una en aquella temporada de 1990, con corte de ciento cuarenta y seis orejas y ocho rabos. Cifras casi de récord. Y, a día de hoy, sin el casi.

El día del doctorado, espléndido aunque ventoso, se vistió en el Hotel Atria, por entonces ya convertido junto al Im­pe­ra­tor en el epicentro taurino de Nimes. La expectación era desbordante. Multitud de aficionados de todo el mundo invadían el hotel en busca del toricantano para tomarse una foto con él o pedirle un autógrafo. Aunque esa misma jornada, por la mañana, se había celebrado una novillada picada, el plato gordo estaba programado para la tarde. El público lo sabía y acudió en masa hasta el Coliseo, llenándolo por completo. Allí aguardaban tres toros de González Sánchez-Dalp -primero, quinto y sexto- y otros tres de Manolo González.

Jesulín brindó a su padre el toro de la alternativa, del que le cortó una oreja. Dos días después repetiría actuación en el Coliseo y armaría “el taco” con un toro de Juan Pedro

“A las cinco y doce minutos de la tarde tomaba la alternativa Jesulín de manos de Manzanares y en presencia de Emilio Muñoz”, escribió Salvador Pascual en APLAUSOS. “El toricantano iba vestido de blanco y oro. El toro se llamaba Correcostas, estaba marcado con el número 121 y era colorao con los pitones acaramelados. Pertenecía al hierro de González Sánchez-Dalp. Fue el único toro noble de la tarde”, apuntaba el por entonces director del semanario, que comentó sobre la lidia del recién alternativado: “Jesulín -molestado por el viento- no logró acoplarse en la faena de muleta salvo en contadas ocasiones como al ligar un natural con uno de pecho. Pin­chazo, estocada y una oreja. El toro se lo había brindado a su padre”. Luego, del cierraplaza, explicó: “El sexto tenía mu­cha guasa, genio y peligro. Un toro reservón e incierto al que Jesulín le plantó cara estando muy valiente. Un pinchazo, estocada muy delantera y ovación con saludos”.

De la corrida de Manolo Gon­zález “ofensiva y seria de pitones”“no eran la tonta del bote, sino todo lo contrario y no permitían al torero el menor fallo”, matizaba- resaltó también Pascual: “Les dieron fuerte en varas y salían del caballo sin acusar el castigo. Cinco puyazos tomó el sexto, cuatro el cuarto, tres segundo y tercero y dos el primero”.

Recién alternativado, Jesulín concedió una entrevista a Aplausos: “No he acusado el paso del novillo al toro. Incluso creo que con el toro ando mucho mejor”, declaraba el torero a Suárez-Guanes

Aquel día, un valiente Emilio Muñoz cortó una oreja de mérito al quinto, un animal “de un genio y un poder tremendos” cuya muerte brindó a Manuel Prado Colón de Carvajal; y Manzanares, por su parte, únicamente dejó ante el cuarto “cosas sueltas sin terminar de romper”.

UN BANQUETE DE HOMENAJE

“Es para Nimes una gloria que un torero tan joven y tan importante como Jesulín de Ubrique haya tomado la alternativa en nuestra plaza”, dijo el alcalde de la ciudad de Nimes, Jean Bousquet, durante el homenaje que la Peña Jesulín de Ubrique tributó al torero esa misma noche en la hostelería “Realais du Moulin” ante más de setecientas personas. El torero -cuyas palabras tradujo el embajador de España en Francia, Juan Durán Loriga, que viajó desde París expresamente para presenciar el acontecimiento- dio las gracias a todos los asistentes, entre quienes figuraban ministros, diputados, artistas y demás personalidades del mundo de las ciencias y las letras. Asimismo, como prueba del feliz hermanamiento entre España y Francia, la orquesta interpretó el Himno Nacional español y, acto seguido, La Marsellesa. “La Fiesta ha acabado con los Pirineos”, hiperbolizó el alcalde.

“Es para Nimes una gloria que un torero tan joven y tan importante como Jesulín de Ubrique haya tomado la alternativa en nuestra plaza”, dijo el alcalde de la ciudad, Jean Bousquet, durante el homenaje que la Peña Jesulín de Ubrique tributó al torero la misma noche del doctorado

Tras aquel primer paseíllo como matador, Jesulín voló en avioneta para torear al día siguiente en Écija, donde cortó las dos orejas a un toro de Peralta. El torero, como en tiempos hiciera Manuel Benítez “El Cordobés”, gobernó durante un buen rato los mandos del aparato al alimón con el comandante, André Sa­le­ssié.

Obtenido el triunfo en su debut en tierras hispanas, repitió el 23 por la tarde en el Coliseo para lidiar junto a Rafi Ca­mino y Denis Loré una “estupenda” corrida de Juan Pedro Domecq. El triunfador numérico fue Loré, que cortó tres orejas, pero el verdadero impacto lo causó Jesulín con su faena al sexto: “El toro era extraordinario y de una nobleza excepcional, y Jesulín armó un taco que puso la plaza en pie -relató Pascual-. Faena realizada en muy poco terreno, con temple y sobre todo muy ligada con una quietud asombrosa hilvanando las series entre clamores del público (…) Cuando entró a matar la plaza estaba en pie y había formado un lío muy gordo, pero al pinchar tres veces, descabellar una y recibir un aviso, todo quedó en una oreja”.

Tras su primer paseíllo como matador, Jesulín voló en avioneta para torear al día siguiente en Écija. El torero pilotó durante un buen rato los mandos del aparato al alimón con el comandante, André Sa­le­ssié

Días después, Jesulín concedió una entrevista a este medio. “No he acusado el paso del novillo al toro. Incluso creo que con el toro ando mucho mejor”, declaraba el torero a Suárez-Guanes. De la alternativa, comentaba que fue “un día bastante bueno, aunque el tiempo -muy malo- no colaborara para nada. Además me tocó el toro más serio de la corrida”. De su actuación en Écija, decía: “Ahí he logrado una de las mejores faenas de mi vida. Sin ninguna duda pienso que es una de las mejores que yo he hecho”; añadiendo sobre su labor al juampedro de su segunda cita nimeña: “También esa la cuento entre las mejores que he realizado en mi vida”.

¿Qué sintió cuando Manzanares le cedió los trastos en presencia de Emilio Muñoz?, preguntó Suárez-Guanes: “Una gran responsabilidad ante todo -respondió Jesulín- y además el hecho de que por lo menos había conseguido uno de mis sueños: el de ser matador de toros”.

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