Miguel Andrades se fue a la puerta de chiqueros para recibir al quinto a portagayola, un novillo precioso de capa y muy serio, que, además, tomó dos puyazos fuertes. Andrades tomó los palos, el segundo al violín, y el tercero con amago de silla, pero otra vez al violín. Inició faena con pases cambiados con susto incluido al resbalar en la cara del toro, afortunadamente sin consecuencias. Intento de faena sin concretar con pases sueltos por ambos pitones, muchas ganas y manoletinas finales, rematadas con una buena estocada y una oreja a la disposición del matador toda la tarde.
Tuvo presencia de toro el segundo, que fue recibido por Andrades con una larga en el tercio para después de dos encuentros con el caballo poner tres pares de banderillas, siendo el mejor el tercero, cuadrando en la cara. El novillo llegó a la muleta sacando la mansedumbre que tenía, cantando la gallina y yéndose a toriles. Al entrar a matar fue cogido y zarandeado por el manso. Estocada desprendida y cinco descabellos.
El cuarto fue un novillo alto, largo y que se dejó pegar en el caballo en dos puyazos. Buen inicio de Peñaranda con la rodilla genuflexa y derechazos, en dos series que pasó el toro berreando, siendo el de embestida más clara. Se echó la muleta a la izquierda logrando una serie interesante. Pero después de un trasteo correcto, la espada no entró hasta el tercer intento. Novillo aplaudido en el arrastre y vuelta al ruedo para el torero.
Bien presentado el primero de López Gibaja, pero con las fuerzas medidas. Alejandro Peñaranda lo intentó por ambos pitones pero no hubo acople, salvo algún natural. Estocada contraria y cinco descabellos.
Guapo becerro fue el primero para los novilleros sin caballos, con las fuerzas justas, al que ambos becerristas torearon de capa. Lo intentó con la muleta Eduardo Rodríguez por los dos lados pero las fuerzas medidas del becerro hacían que se defendiera echando la cara arriba. Aun así hubo naturales sueltos, aunque insistió en una faena muy larga en la que sonó el aviso después de una estocada muy defectuosa. El público pidió la oreja que el presidente otorgó.
Al son de la jota acabó la feria de Guadarrama, que cerró Zisquino, becerro bien criado de López Gibaja, al que como en el anterior pasaron de capote los dos aspirantes y banderilleando su matador, Tomás Bastos, rematando el tercio con un par al cambio y siendo aplaudido por el público. Le obligó mucho y el animal perdía las manos desluciendo los muletazos buenos con la mano derecha y mejores con la zurda a un novillo que con un poco más de fuerza hubiera sido de premio, con una embestida clara y por abajo por ambos pitones. Un pase invertido por detrás ante un ejemplar que no se cansó de embestir. Lástima que la espada no entrara hasta el tercer intento. Aun así, paseó una oreja tras aviso y Zisquino, número 45, fue premiado con la vuelta al ruedo.
Guadarrama (Madrid), miércoles 4 de octubre. Última de la Feria de San Miguel y San Francisco. Novillos y erales de López Gibaja, el sexto, de nombre Zisquino, número 45, fue premiado con la vuelta al ruedo. Alejandro Peñaranda, silencio y vuelta al ruedo; y Miguel Andrades, que sustituía a Manuel Caballero (hijo), silencio y oreja; y los becerristas Eduardo Rodríguez, oreja; y Tomás Bastos, oreja. Entrada: Tres cuartos.
