Al pliego de Las Ventas se le han dedicado muchos calificativos. Algunos de ellos de merecida dureza. Pero ha faltado uno, que para ponerlo en negro sobre blanco hay que conocer al “ejecutor” del bodrio en cuestión. El de Las Ventas es sobre todo un pliego RETORCIDO. Como quien lo ha confeccionado, que hace bueno aquello de “la cara es el espejo del alma”. No disfruto escribiendo esto, porque el padre del interfecto fue amigo mío durante muchos años. ¡Pero qué diferencia! Aquel hombre era un caballero, un señor de izquierdas que también los hay. El elemento en cuestión hace polvo todas las teorías genéticas. Y la verdad es que el encaste del susodicho es bueno y a él no le correspondía por reata salir tan resabiado.
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