Fotos: RULLOT
Leo Valadez abrió la puerta grande de la plaza de toros Valencia tras desorejar al sexto de la tarde. Fernando Beltrán paseó una oreja y gustaron las buenas maneras de Alejandro Marcos en un interesante festejo.
Brindó Valadez el sexto al respetable tras un vibrante y buen tercio de banderillas. La faena, abierta de rodillas en el tercio, tuvo la virtud de la ligazón sobre la mano derecha. Aprovechó el azteca la movilidad y la buena condición del utrero. Una primera tanda de dos con la izquierda tuvo tres naturales de notable dibujo, enganchados adelante y hasta el final. Encomiable también la actitud y disposición del mexicano, que anduvo queriendo durante toda la tarde. Abrochó con un ramillete de bernadinas. Labor bien resuelta, de buen oficio. Se tiró a matar con determinación cobrando una estocada entera saliendo trastabillado de la suerte que le valió para cortar las dos orejas.
Previamente Valadez, tras recibir al manso tercero con facilidad, se empeñó en poner banderillas a un novillo muy deslucido para tal suerte y se la acabó jugando de verdad en el tercer par en la misma puerta de toriles. Acertó a sujetar el azteca en la querencia al de Zacarias Moreno y allí mostró oficio y sitio para literalmente robarle una faena que cerró por manoletinas de rodillas, tras la que se tiró a matar recto como una vela, dejando una estocada entera. Levantó al novillo el puntillero, hubo una tímida petición y Valadez acabó saludando una ovación.
La otra oreja de la tarde la cortó Fernando Beltrán del castaño cuarto, que tenía entidad de toro y como a tal le dieron en el caballo. Con todo, llegó con empuje al último tercio, donde se encontró con un entregado Beltrán. El torero valenciano lo toreó largo sobre la diestra y con menos limpieza al natural. Mejor cuando le bajó la mano que cuando lo llevó a media altura. Nunca arrojó las tres cartas y le buscó las vueltas al final de faena para amarrar el triunfo, que llegó en forma de oreja tras una estocada delantera.
Rompió plaza un bonito y noble ejemplar de Zacarias Moreno. Fernando Beltrán lanceó con buen estilo a pies juntos en el recibo y lo cuidó en varas. En medio de un vendaval, el torero de Faura lo toreó especialmente bien al natural, erguida la planta y corriendo bien la mano. Por ese pitón llegó lo mejor de una faena que también tuvo torería en los remates y los pases de pecho pero a la que le faltó unidad. Con la oreja ganada, el mal uso de la espada motivó que todo quedara en nada.
Alejandro Marcos le hizo el toreo bueno al quinto. Fue este un novillo de altas y feas hechuras y que manseó en los primeros tercios. El de Salamanca, especialmente sobre el pitón derecho, dejó un manojo de muletazos sensacionales, con la virtud del temple y la despaciosidad. Un cambio de mano fue un cartel. Naturalidad y torería en una labor rematada al segundo intento con la espada y para la que se pidió la oreja que no fue concedida. No importó, primaron las sensaciones y lo que se le intuye a este torero en cuanto un toro le ayude de verdad. Dio la vuelta al ruedo.
La poca clase y nulo recorrido del segundo de la función motivó que el buen corte torero del salmantino Alejandro Marcos, que se presentaba en Valencia, aflorara solo en pequeñas dosis. Un manojo de verónicas y un bonito arranque de faena fueron lo más lucido de una labor demasiado condicionada por un oponente reacio a colaborar, al que pasaportó de media estocada que bastó.
VALENCIA. Sábado, 7 de mayo de 2016. Festejo en honor a la Virgen de los Desamparados. Novillos de Zacarías Moreno. Fernando Beltrán, silencio tras aviso y oreja; Alejandro Marcos, silencio y vuelta al ruedo; Leo Valadez, ovación con saludos y dos orejas. Entrada: Un cuarto.
