La Revolera

Volver a la raíz

Paco Mora
domingo 04 de julio de 2010

Quizás seamos poco exigentes en el análisis de la realidad del toreo actual. Ya que, aunque no debemos empecinarnos en un puritanismo beato, es necesario recuperar la casta en el toro y la pureza en el arte de torearlo…

…La benevolencia excesiva puede llevar al conformismo y al acomodo de los toreros, que tienen la obligación de exigirse a si mismos un mayor compromiso con la esencia del toreo. Puesto que la Fiesta pervive y es un arte multisecular, porque ha conservado su autenticidad conceptual y su liturgia a través de los tiempos. Sin el ajuste a los cánones en la ejecución de las suertes, acabaría perdiéndose la verdad del toreo. Estamos en un momento de plétora en cuanto a vistosidad, armonía, ritmo y cadencia. Pero, paralelamente, son muy pocos los toreros que manejan la muleta de manera ortodoxa, colocándose para el cite en línea recta y de frente, en el punto central equidistante entre ambos pitones, templando la embestida hacia adentro, enroscándose el toro a la cintura y girando la muñeca allí donde el brazo no da más de si, para ligar el siguiente muletazo. Se premian faenas sin haber encajado los riñones en un solo muletazo. Faenas al hilo del pitón, toreando hacia fuera y sin ligazón. Se esta abusando del unipase y se descarga la suerte con los talones levantados, como hacían los toreros del siglo XIX y comienzos del XX, cuando se toreaba sobre las piernas, antes del advenimiento de Juan Belmonte. El toreo está perdiendo su momento más bello, emotivo y artístico que es el embroque. Por eso, cuando aparece un torero como Morante, que se ajusta a los cánones del “pasmo de Triana”, los olés suenan de otra manera. Torear al hilo del pitón y hacia fuera, devalúa la raíz del toreo y sólo satisface a los espectadores poco iniciados.

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