Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana, ha recibido este jueves a los ganaderos autóctonos de la Comunidad Valenciana, un sector gravemente afectado por la pandemia de coronavirus. Al encuentro acudieron representantes de la Asociación de Ganaderos de Bous al Carrer de la Comunidad Valenciana, de la Unió de Llauradors y de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), quienes le han hecho entrega al presidente de un manifiesto en el que queda plasmada la problemática en la que se encuentra actualmente dicho colectivo así como una serie de reclamaciones urgentes para tratar de dar solución y viabilidad a las familias y ganaderías dependientes de esta actividad.
“Ha sido un encuentro breve pero cordial y a la vez positivo. Es conocedor de la problemática y se ha mostrado muy preocupado por la situación que atravesamos. Le hemos hecho entrega del manifiesto donde están expuestas las dificultades que estamos sufriendo y las consecuencias que hemos tenido que tomar, así como las reclamaciones y la ayuda que pedimos en estos tiempos tan complejos. Ha quedado en estudiarlo y buscar una solución”, señala Dani Machancoses, presidente de la Asociación de Ganaderos de Bous al Carrer de la Comunidad Valenciana. “Quiero ser cauto -señala Machancoses-, no quiero ser excesivamente eufórico ni tampoco negativo, es momento de mantener la calma y esperar para ver si esta toma de contacto se traduce en soluciones. A partir de septiembre habrá más contactos”.
Cabe recordar que el sector ganadero de bravo se concentró el pasado martes en Valencia haciendo una llamada de auxilio tras estimarse que se han sacrificado ya más de 3.000 reses ante la imposibilidad de asumir los costes de alimentación del animal así como el mantenimiento de las explotaciones. La grave crisis también ha destruido 3.000 puestos de trabajo y ha arruinado a un centenar de familias.
El sector solicita una ayuda de 65 euros/animal reproductor y además reclama la disposición de avales y créditos a un régimen de interés del 0 % y con carencias de tres años para poder hacer frente a los gastos derivados de la alimentación de los animales, amortizaciones, sueldos de personal fijo, seguros sociales y cuotas de autónomos.
