FERIA DE SAN FERMÍN
(Foto: Berho)(Foto: Berho)

Oreja y volteretas para Fortes en su debut con miuras

El malagueño sorteó el mejor toro de la desigual miurada, con la que Rafaelillo dio una vuelta al ruedo y Castaño, que sufrió un corte en la cara, fue aplaudido
Redacción APLAUSOS
miércoles 17 de julio de 2013

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE BERHO DEL FESTEJO

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Rafaelillo ha dado la vuelta al ruedo en el primero de la tarde en Pamplona. La dio como premio al esfuerzo que hizo ante un miura de corta y descompuesta embestida al que mató de un sensacional volapié. Antes, recibió al miureño -que fue muy bien picado por Juan José Esquivel- con tres largas cambiadas de rodillas y tiró de oficio y disposición en una faena cargada de voluntad y disposición. Se le pidió la oreja, pero el palco no la concedió. Con el cuarto, complicado y peligroso, se mostró profesional, justificándose en todo momento por los dos pitones. Mató de pinchazo y efectiva estocada corta.

El salinero que hizo segundo fue tratado con temple por parte de su matador, Javier Castaño, que anduvo inteligente y con buen oficio ante él. Los mejores pasajes llegaron toreando por el lado derecho, por donde el animal, aun sin terminar de humillar, ofreció más posibilidades. Por el izquierdo el miureño no tenía recorrido y el lucimiento era imposible. Arrancó la faena sentado en una silla y la epilogó con un desplante de rodillas dando la espalda a la res. Antes, en banderillas, saludaron David Adalid -volteado en el primer par- y Fernando Sánchez. Pinchó el salmantino en primera instancia y agarró después una estocada trasera y tendida. Flojeó el muy serio quinto, que no tuvo mala condición pero no pudo desarrollarla por su falta de poder. Castaño, que brindó al público, lo pasó por los dos pitones con facilidad, llegando a ser volteado en un momento en el que el toro, con nobleza, terminó perdonándole. A la hora de entrar a matar, la espada salió rebotada tras un pinchazo, cortando al torero en la cara a la altura de la patilla. Con anterioridad, fue muy bien banderilleado por David Adalid, que volvió a saludar montera en mano.

Jiménez Fortes, que quitó por chicuelinas en el toro anterior, recibió al tercero a porta gayola. Dio limpiamente la larga cambiada pero, ya en pie, resbaló, llevándose una auténtica paliza en unos momentos que fueron angustisos y largos. Se repuso con rapidez el torero, que incluso llegó a instrumentar alguna verónica estimable. Con la muleta anduvo firme, seguro y templado en el inicio sobre la mano diestra. Vivorillo, que así se llamaba el toro, embistió bien por los dos pitones, si bien Fortes pareció encontrarse a gusto sólo por el lado derecho. Le perdió el respeto al toro en un final deslavazado. Mostró ansia de triunfo, valor y un tremendo arrojo, pero tentó en exceso a la suerte, sufriendo una nueva voltereta al final. El estoconazo fue estupendo, tirándose de largo en los medios, donde murió el toro. Cortó una oreja. Más sereno y pausado, e igualmente valiente, estuvo con el sexto. No fue sencillo el toro, que embistió soltando la cara y tuvo poco recorrido, saliendo al final de faena desentendido de las suertes. Tranquilo y pisando los terrenos con seguridad, mató de estocada desprendida de lento efecto y fue aplaudido en su despedida de la plaza.

Pamplona, 14 de julio de 2013. Toros de Miura, bien presentados y de juego desigual. El de mejor juego fue el tercero. Rafaelillo: Vuelta al ruedo y silencio; Javier Castaño: Palmas en los dos; y Jiménez Fortes: Oreja tras aviso y palmas. Entrada: Lleno.

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