Actitud de David Fernández y estética de Miguel Ángel León, que dieron una vuelta al ruedo cada uno.
GALERÍA FOTOGRÁFICA DE FRAN JIMÉNEZ
Fotos: FRAN JIMÉNEZ
Vuelta al ruedo tras petición dio Miguel Ángel León tras la lidia del primero, al que recibió de rodillas algo más allá de la puerta de chiqueros. Y allí, le pegó los primeros lances, antes del caballo y del quite de David Fernández por chicuelinas y revolera. El sevillano brindó la faena a Manuel Escribano y pudo dejar buenos muletazos por ambos pitones, sobre todo por el derecho, el mejor del animal. Sin embargo, León apostó por el izquierdo, por el que se quedaba más corto. Estética y buena composición, aunque faltó algo de ajuste en algunas series. Mató de estocada casi entera desprendida.
El cuarto parecía que iba a aguantar, porque transmitía, pero no. Se fue apagando. Y Miguel Ángel León, a pesar de la falta de clase, logró buenos muletazos. Como en el anterior, con mucha estética pero faltando unos centímetros de cercanía para ganar en ajuste. El de Villamarta, le llegó a levantar los pies del suelo, sin aparentes consecuencias. Ahí, el animal fue a menos hasta que se acabó y lo mató el sevillano de una estocada baja. Silencio.
Otra vuelta al ruedo dio David Fernández en el primero de su lote. Tras un buen recibo capotero y un muy ajustado quite por tafalleras de Juan de Castilla, el murciano brindó al público. En la muleta, se encontró un ejemplar que, a pesar de mansear en los primeros tercios, no rehuyó la pelea. Eso sí, correspondía cuando se tiraba de él, se le podía y se le mandaba. Lo intentó David Fernández y lo logró en ocasiones y pasándoselo cerca. En otras, las telas quedaban enganchadas. Difícil de templar la embestida, que parecía meter bien la cara pero quitaba el engaño. La espada, baja.
Un total de tres largas cambiadas de rodillas en tres sitios distintos de la plaza le pegó David Fernández al quinto. En la primera, lo pasó peor. Fue en chiqueros y casi se ve cogido. Y en la muleta, empezó también de hinojos en los medios. Pudo hacerlo porque el novillo tenía galope, pero lo fue perdiendo. Y con él, la transmisión. Se quedó en pasar, en lugar de embestir. Nada. Y los muletazos del murciano, no llegaron al tendido. Lástima porque actitud puso toda, pero cada vez tenía menos novillo. En uno de esos parones, le volteó y le rompió el punto a la altura del vientre. Parece que quedó en eso. Mató de media estocada al volapié y dos descabellos. Palmas.
La primera oreja de la tarde fue para Juan de Castilla, que también se presentaba en Las Ventas. Una vez más, no se perdió la oportunidad del quite y lo hizo Miguel Ángel León por tafalleras. Juan de Castilla brindó al público y dejó claro en toda la labor un valor seco. Así, resultó volteado hasta en dos ocasiones, aparentemente sin graves consecuencias. Siempre bien colocado, dando el pecho y jugándosela ante uno de Villamarta con guasa. Porque parecía que embestía por derecho pero iba cruzado y se quedaba corto cuando quería y si le bajaba la mano, se caía. Difícil acertar. Así, Juan de Castilla tiró de actitud. Intachable. Y al final, de postre, manoletinas ajustadísimas. Lástima que la estocada quedara caída. Oreja tras aviso.
La petición de oreja se repitió en el sexto, pero no fue concedida. El público la pidió, pero el presidente no se la concedió. Y es que, el conjunto, no era de premio. Porque puso actitud, brindó al público tras un buen toreo de capote y quite de León, pero tuvo delante un animal que humillaba pero se revolvía al final del muletazo y sin transmisión. Estuvo por encima Juan de Castilla, sin duda, pero tuvo que tirar de recursos para evitar que se le fuera. Y con manoletinas de rodillas incluidas. Sin peros su actuación, pero eso con una estocada atravesada y sin material no es de oreja, aunque la pidieron. Saludos tras petición.
Madrid, 20 de septiembre de 2015. Ciclo de los encastes. Novillos de Villamarta. 1º, con clase. 2º, encastado. 3º, descastado. 4º, a menos. 5º, soso y sin clase. 6º, soso y sin finales. Miguel Ángel León, vuelta tras petición y silencio; David Fernández, vuelta al ruedo y palmas; y Juan de Castilla, oreja tras aviso y saludos tras petición. Entrada: Un tercio. Saludó en banderillas Manuel Macías tras parear al sexto.
