MANIZALES

Sebastián Castella, gran faena y puerta grande en Manizales

El Cid paseó un trofeo mientras que Naranjo fue silenciado frente a una desigual corrida de Achury Viejo
Paulo A. Sánchez
domingo 10 de enero de 2016

VÍDEO RESUMEN DEL FESTEJO

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE RODRIGO URREGO B.

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE LA VOLTERETA A EL CID

Fotos: RODRIGO URREGO B.

La tarde fue de cara y cruz para Sebastián Castella. En su primer turno no encontró aliado para el lucimiento, a pesar de buscar acondicionar un poco su peligrosa mansedumbre. Pero el triunfo estaba reservado para el final. Lo mismo da que sea Madrid, Pamplona o Manizales; a Sebastián Castella le vale cualquier plaza y casi cualquiera de los toros que en ellas le corresponden en suerte; detrás de ese inicio de faena tan hecho, hay un gesto de honradez y de admiración por la afición que algunos banalizan con el ser previsible.

Esta tarde la afición de Manizales fue otra beneficiaria de esa fórmula que no receta cualquiera, porque para hacerlo hay que tener un lugar en el mundo del toro que él tiene. Predecible el canto de la rana; pero ver a Castella repetir una y mil veces ese inicio vibrante de faena, es un privilegio para quienes llegamos a la plaza y una de las virtudes de su Tauromaquia. Se repitió de nuevo, en Madrid fueron once, esta vez a Marinero de Achury Viejo fueron siete. Siete pases que fueron el delirio de 14.000 aficionados; siete pases que fueron el prólogo de una faena rotunda; siete pases que presagiaron un buen encuentro con el triunfador del 2015; siete pases que rompieron a la plenitud hasta el espadazo de colofón.

El Cid tuvo suerte similar, y en el primero sufrió una fuerte voltereta de la que estuvo a punto de ser cogido, y de la que salió con la taleguilla rota. Ese fue el saldo, de resto nada más. El cuarto tuvo altos y bajos, aunque la faena sí fue de menos a más, por virtud de El Cid, que rápidamente encontró la distancia y los recursos para imponerse en series cortas pero ligadas, especialmente por el pitón derecho. Debió intervenir con el descabello y la oreja fue justo premio.

El colombiano Santiago Naranjo estuvo muy decoroso en su presentación. En primer lugar se topó con un toro sin clase al que poco pudo hacer. Con el que cerró plaza pudo lucirse en un buen quite por chicuelinas; estuvo técnico y jugándosela con muchos recursos que le permitieron administrar bien la primera parte de la faena. La segunda parte encontró un toro apagado, a un Naranjo intermitente y menos lúcido, prolongando una faena que no rompió ni conectó con los tendidos, pero que dejó la sensación de poder asumir más compromisos y de ser más tenido en cuenta por las empresas.

Manizales (Colombia), sábado 9 de enero de 2015. Toros de Achury Viejo, muy bien presentados y de juego dispar. Manuel Jesús “El Cid”, silencio y oreja; Sebastián Castella, silencio y dos orejas; Santiago Naranjo, silencio en su lote. Entrada: Lleno. Destacaron los pares de banderillas de Curro Robles y Ricardo Santana.

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