SEVILLA.- FERIA DE ABRIL

La espada deja sin premio a El Cid y a Joselito Adame

Sevillano y mexicano aprovecharon las bondades de los dos únicos toros de Las Ramblas que dieron juego
Víctor García-Rayo
miércoles 06 de abril de 2016

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE GLEZ. ARJONA

VÍDEO RESUMEN DEL FESTEJO

Fotos: GLEZ. ARJONA

Miguel Abellán cuajó una faena correcta, pulcra y de buen oficio frente a un primer toro de Las Ramblas con nobleza pero que quiso más que pudo. El madrileño anduvo solvente en una labor en la que los mejores muletazos surgieron con la mano izquierda. Faltó emoción en el toro. Coronó su actuación de una notable estocada. El cuarto fue un marmolillo con mayúsculas. Alto y despegado del piso, resultó desrazado y no tuvo nada dentro. Imposible. Lo mejor fue la brevedad de Abellán para pasaportarlo.

Se escapó de puro milagro Alcalareño de una grave cogida a la salida del primer par de banderillas al segundo. Una paliza fuerte. La labor de El Cid comenzó a buen nivel artístico con dos series sobre la diestra, sin embargo, al coger la zocata el toro duró apenas un suspiro hasta acabar rajándose por completo. Resolvió bien el sevillano con la espada antes de ser aplaudido.

Buen toro el quinto. Noble, obediente, con duración, aguantando la pelea en los medios. El Cid realizó una faena correcta, buena sobre el pitón derecho y de menor nivel al natural. Sobre la diestra sí hubo ligazón en tandas que hicieron sonar la música. Si llega a pegar una estocada y el toro cae rápido, le corta la oreja. Pero dejó medio espadazo, el toro no se echó y hubo de emplear el verduguillo. Asomaron pañuelos pero la petición no fue mayoritaria y terminó dando la vuelta al ruedo.

El grandón tercero no pudo con sus kilos. Falto de fuerzas también, se le cuidó en los primeros tercios. Joselito Adame planteó una faena de entrega y disposición pero que terminó diluyéndose entre las veces que perdía las manos el toro. Se justificó el azteca sobre ambas pitones, siendo silenciado.

Buen toro el sexto, si bien duró algo menos que el quinto. Adame realizó una faena de mucha enjundia por su torería, verticalidad, firmeza y cadencia. La ejecutó entera en los medios. El toro ayudó, tuvo calidad y bondad, y la oreja estaba asegurada para el mexicano, que entró a matar recibendo con tan mala fortuna que la espada le hizo guardia. Descabelló después. De ahí que no hubiera pañuelos y perdiera el trofeo que había ganado manejando los engaños.

Sevilla, miércoles 6 de abril de 2016. Toros de Las Ramblas, desiguales de presencia y de juego deslucido por parados los cuatro primeros. Nobles y de mejor juego 5º y 6º. Miguel Abellán, silencio y silencio; El Cid, palmas y vuelta al ruedo tras petición no mayoritaria; Joselito Adame, silencio y vuelta al ruedo. Entrada: Algo más de media plaza. Jarocho y Fernando Sánchez saludaron montera en mano tras parear al 6º.

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