CORRIDA HOMENAJE A VÍCTOR BARRIO

Talavante, un rabo, cumbre junto a Morante y El Juli

Un toro de Domingo Hernández y otro de Núñez del Cuvillo, premiados con la vuelta al ruedo en el arrastre
Manuel Illana
domingo 04 de septiembre de 2016

Dos orejas para el sevillano, otras dos para el madrileño y máximos trofeos para el extremeño en un festejo en el que Padilla y José Tomás pasearon una oreja cada uno y Manzanares, con el peor toro de la corrida, fue ovacionado.

VÍDEO RESUMEN DEL FESTEJO

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE ARJONA

Fotos: ARJONA

Padilla anduvo entregadísimo en los tres tercios. Formó un lío con el capote, toreando bien y despacio, y también en banderillas. Luego, tras brindar a la viuda de Víctor Barrio, realizó todo un derroche de voluntad con la muleta. Comenzó con una serie de derechazos con las dos rodillas en tierra y, a continuación, ya en los medios, toreó templado sobre los dos pitones. Remató bien las series con pases de pecho y adornos. El toro de Juan Pedro, noble pero de escasa fuerza, perdió las manos en varias ocasiones, desluciendo en parte el conjunto. Aun así, tras una estocada caída el Ciclón paseó un trofeo.

José Tomás cortó una oreja del segundo, un toro de Cuvillo que fue aplaudido en el arrastre. Fue ovacionado con fuerza tras veroniquear de salida hasta los medios, culminando con toreros remates. Quitó por chicuelinas y brindó a la viuda del torero de Grajera. Muleta en mano, entre un silencio de enorme expectación, cuajó una notable labor instrumentada sobre ambas manos. Hubo suavidad y temple a cargo del torero de Galapagar. Toro noble pero justo de fondo. Mató de un volapié y un golpe de descabello.

Morante le cortó las dos orejas al tercer toro, un buen ejemplar con el hierro de Zalduendo. Desbordó torería el sevillano con capote y muleta. Lo bordó de salida a la verónica, dejó después un gran quite en el que combinó verónicas y chicuelinas, brindó al cielo en memoria de Víctor Barrio y arrancó su faena de muleta con la distinción que en él es habitual. Ligó series bien cosidas por los dos pitones, se gustó también en los remates y en los adornos y, tras una estocada corta, paseó el doble trofeo.

El Juli también le cortó las dos orejas a su oponente, un extraordinario ejemplar de Domingo Hernández premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Desde el recibo anduvo soberbio el madrileño, toreando muy despacio por verónicas y, después, en el quite, por ajustadísimas chicuelinas. Brindó a la familia de Barrio y empezó a torear sobre la mano derecha a gran nivel. Se partió un pitón contra el suelo el animal, pero su calidad no sólo no mermó, sino que fue en aumento. Soberbio también al natural en series largas, de muleta rastrera. Labor importante, coronada de un soberbio volapié.

Fuerte bronca para el de Victoriano del Río en el arrastre. El animal no tuvo condiciones para que Manzanares pudiera hilvanar faena. Aún así, con la izquierda hubo pasajes de toreo destacable. El alicantino anduvo muy por encima de su oponente. Así lo entendió el público, que le tributó una fuerte ovación.

Lío gordo, gordísimo, de Alejandro Talavante con el toro que cerró plaza, un extraordinario ejemplar de Núñez del Cuvillo al que el extremeño le cortó el rabo tras una faena colosal. Si brillante anduvo con el capote -impresionante resultó su quite por saltilleras y gaoneras-, de imposible cabría calificar el prólogo muleteril con una arrucina de rodillas en los medios, seguida de dos péndulos de la misma guisa y un cambio de mano como un natural, también de hinojos, que puso al público en pie. Apoteósico. Luego, alternó el toreo por los dos pitones manteniendo el altísimo nivel de su quehacer. Mató de una gran estocada sin puntilla y a sus manos fueron a parar los máximos trofeos. Desde Manolo Sánchez en el año 1993, nadie había vuelto a pasear una cola en el coso del Paseo de Zorrilla. Lo hizo de un toro de Cuvillo, precisamente, el 16-Novelero, en una tarde en la que compartió cartel con Ortega Cano y Espartaco. La cara negativa de la lidia de Talavante la vivió Juan José Trujillo, que pasó a la enfermería con una posible lesión de rodilla en la pierna izquierda producida al entrar en el burladero.

Valladolid, domingo 4 de septiembre de 2016. Toros de Juan Pedro Domecq (1º), Núñez del Cuvillo (2º y 6º), Zalduendo (3º), Domingo Hernández (4º) y Victoriano del Río (5º). Desiguales de juego. Bueno el 3º. El 4º -“Escapulario”, nº 141, colorado, nacido en abril de 2012 y de 490 kilos- fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. También fue distinguido con idéntico premio el 6º, “Cacareo”, nº 118, colorado, nacido en noviembre de 2011 y de 489 kilos. Juan José Padilla, oreja; José Tomás, oreja; Morante de la Puebla, dos orejas; El Juli, dos orejas; José María Manzanares, ovación con saludos; y Alejandro Talavante, dos orejas y rabo. Entrada: Lleno de “No hay billetes”. Los seis toreros fueron obligados a saludar tras romperse el paseíllo. La viuda de Víctor Barrio, Raquel Sanz, presenció el festejo desde un tendido bajo de sombra. Asistió también, desde una barrera del tendido 8, Doña Elena de Borbón. Ninguno de los toreros con derecho a hacerlo -Morante, Juli y Talavante- quiso salir a hombros en respeto a Víctor Barrio.

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