“Fui torero por la ilusión de mi padre y por ayudar a mi familia”

Juan Antonio Ruiz "Espartaco" y Eduardo Dávila Miura, protagonistas en el Club Cocherito de Bilbao
Redacción APLAUSOS
viernes 17 de noviembre de 2017

Juan Antonio Ruiz “Espartaco” y Eduardo Dávila Miura participaron en el último coloquio celebrado en el Club Cocherito de Bilbao. Ambos hicieron un repaso a sus respectivas trayectorias y rememoraron anécdotas vividas en Vista Alegre en una charla moderada por Álvaro Suso, directivo de la entidad. “En todas las plazas se pasa miedo pero en las grandes, y sobre todo en Vista Alegre, se pasa mucho más”, señaló Espartaco. “Reconozco que aquí es donde más miedo he pasado. Una vez me tocó lidiar un toro de Samuel Flores de 716 kilos y otras, como en mi despedida, me quedé sólo con los de La Quinta y tuve que matar cuatro toros”.

Preguntados por la responsabilidad de enfundarse el vestido de luces o la exigencia, como en el caso de Espartaco, de liderar el escalafón, respondieron. “Vivimos en una tensión continua, lo mismo en una plaza grande que en un pueblo pequeño. La gente quiere verte y quiere verte bien. Curro Romero me decía, hablando de las broncas que recibía: “Es mejor irritar que aburrir”, pero yo nunca he podido pensar así”, reconoció el de Espartinas. Por su parte, Dávila Miura añadió: “Es difícil vivir con esa presión constante. Aquí fuisteis testigos del ataque de ansiedad que tuvo López Simón. Lo raro es que no ocurran más casos como ese. Lo peor son todas esas horas que de pasan en el hotel antes de la corrida dándole vueltas a la cabeza”.

La figura de Espartaco padre también salió durante la charla. Ambos le deben mucho en sus carreras. “Mi padre es muy exigente y siempre me ha obligado mucho. Me exigía tanto que hasta llegué a preguntarle a mi madre si, de verdad, era mi padre -ríe-. En serio, si yo fui torero es por dos cosas: por la ilusión de mi padre y por ayudar a mi familia”. Dávila Miura confesó: “Antonio fue la primera persona que me descubrió la dureza de esta profesión. Con Antonio aprendí que, aquí, no te regalan nada”.

Sobre una posible reaparición en Bilbao de Dávila Miura para torear la corrida del hierro familiar, Eduardo contestó: “Eso lo tengo totalmente descartado. Os voy a contar una anécdota que nos pasó hace unos días. En un acto al que asistíamos Juan Antonio y yo empezamos a hablar de venir a Bilbao y Víctor Mendes, que estaba detrás de nosotros, se mosqueó. Se creía que hablábamos de torear aquí cuando sólo comentábamos lo del viaje para estar en este coloquio. Juan Antonio se dio cuenta del mosqueo de Víctor y va y me dice en voz alta: Pero lo de los miuras yo no lo veo. Porque le vio el gesto de guasa que si no, se lo cree”.

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