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Actitud sin toros en la México

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE TADEO ALCINA DEL FESTEJO

Fotos: TADEO ALCINA

Tuvo que poner todo de su parte El Fandi frente al deslucido cuarto, al que saludó con dos largas cambiadas en el tercio. Meritorio el tercio de banderillas, con el toro muy tardo y agarrado al piso, pareando con variedad encontrando toro en todos los terrenos. La faena de muleta fue un quiero y no puedo frente a un animal desclasado, con poca raza y que apenas permitió el lucimiento del granadino, que lo intentó con esfuerzo pero sin poder alcanzar el lucimiento. Mal con la espada. Se estrelló también con el que cerró plaza, otro toro de Lebrija deslucido, sin raza ni fondo. Lo mejor de El Fandi llegó en el segundo tercio, llegando a clavar hasta cuatro pares de banderillas con facilidad y suficiencia. Lo intentó el granadino en una faena de más tesón que opciones de lucimiento.

El Zapata se lució con los rehiletes dando una vuelta al ruedo tras la ejecución del segundo par, cargado de personalidad y fantasía, quebrando en tablas y que puso al público en pie. El torero lo bautizó como “el par de la carrillera”, en honor a Fernando Carrillo, un novillo sin picadores al que se lo vio hacer. Ya en la muleta y tras un buen comienzo por abajo que inició con una arrucina, la faena se diluyó por la condición del toro, deslucido, sin raza ni entrega alguna. Volvió a poner la plaza al rojo vivo con un emocionante tercio de banderillas, en el que hubo pares de mucho riesgo, como uno al quiebro en tablas. Ya en la muleta, porfió ante un toro de corto recorrido que impidió el lucimiento del torero. Pundonor de El Zapata.

Alfredo Ríos “El Conde” realizó una faena muy completa al segundo de la tarde. Bien con capote, dando variedad con un quite por navarras. Pareó con solvencia. Tuvo nobleza y buen son el de Lebrija, aunque muy poca fuerza y empuje. Faena entre algodones y sin abusar del toro, al que llevó a media altura con suavidad, muy templado y gustándose por momentos. Mató de una estocada entera aunque algo caída, lo que hizo que el presidente no le otorgara el trofeo. De nuevo el mexicano realizó una faena muy completa de principio a fin con el quinto. Bonito fue el quite por crinolinas. Pareó después con variedad, ante un toro que tardeó. Ya con la muleta, el toro demostró su calidad y Alfredo Ríos, más acoplado al final de la faena, toreó por momentos muy templado. Hubo algunas tandas de buen corte, gusto y despaciosidad. Mató de una casi entera de efecto rápido y aunque hubo petición, el juez de plaza le negó el premio.

Por delante el rejoneador Horacio Casas sorteó un toro de Lebrija, noble y colaborador, aunque de muy pobre presencia. El rejoneador se mostró voluntarioso en una faena en la que puso mucho empeño por hacer el toreo templado. Faena decorosa, en la que mató al segundo intento. En este toro hicieron una buena pega los forcados Hidalguenses.

México D.F. (México), domingo 1 de noviembre de 2015. Toros de Lebrija, desigualmente presentados y de pobre juego. Nobles y manejables pero justos de fuerza, raza y fondo en líneas generales. El rejoneador Horacio Casas, silencio; Alfredo Ríos “El Conde”, ovación tras petición en ambos; Uriel Moreno “El Zapata”, silencio en ambos; El Fandi, palmas en su lote. Entrada: Un quinto. Actuaron los Forcados Hidalguenses.