BENLLOCH EN LAS PROVINCIAS

Arrebato y maestría frente a la casta de los victorinos

José Luis Benlloch
domingo 12 de febrero de 2023
El justo relumbrón de las figuras no debería, no sería justo, disimular el interés o la importancia del mano a mano Ureña y Luque que prometen emociones fuertes por San José en la Feria de Fallas de Valencia

El relumbrón de las grandes figuras, con su proyección social y apretadas en una misma tarde puede oscurecer la importancia del cartel de clausura de las Fallas 2023 y no sería justo. Si reivindicamos constantemente esfuerzos y gestas, cuando los toreros dan el paso al frente hay que ponerlos en valor y ese cartel, trago fuerte donde los haya, tiene mucho de ello. Arrancar la temporada en una plaza de primera con una corrida de Victorino Martín en un mano a mano, fórmula que supone mayor compromiso, no quieres caldo tres tazas, en este caso tres victorinos, es mérito muy a valorar de dos toreros en sazón como Paco Ureña y Daniel Luque a los que hay que reconocerles el detalle. Los dos pese a su categoría, tienen más reconocimientos entre los aficionados que en el llamado sistema, entramado de intereses que gobierna el negocio del toreo, y buscan en esta corrida el golpe de efecto (triunfo) que ponga a caminar sus contrataciones de 2023 con un caché acorde a sus capacidades y ambiciones. No es lo que se considera un cartel muy valenciano, pero sí es combinación muy de aficionado, al que no sería justo ningunear.

Los dos matadores tienen grandes triunfos en esta plaza en sus hojas de servicio, en lenguaje actual, currículos, que no es término que me suene bien, pero es de curso legal. Ureña ha sido triunfador de la Feria de Julio reiteradamente en tardes de apasionada entrega. La actuación de mayor resonancia fue en el abono juliano de 2017 en el que apostó a corazón abierto a la épica frente a los toros de Algarra en una actitud poco menos que dramática por la que acabó visitando la enfermería. Se da la chocante situación de que pese a antecedentes tan triunfales, el año pasado no lo contrataron y esta feria viene dos tardes, dice la empresa que por compensar aquel feo desaire, argumento que suena bien más allá de que sea cierto o solo se deba a otras conveniencias.

El relumbrón de las figuras no debe eclipsar el interés del mano a mano

Se trata de un torero de mucho arrebato y gran expresión. Torea con el condicionante de la pérdida de visión en un ojo tras la gravísima cornada de Albacete en 2018 de la que reapareció con éxito en Valencia las fallas siguientes mano a mano con Ponce. En confesión propia en Aplausos aseguraba: Si se busca un torero perfecto no lo soy, en realidad soy un torero muy imperfecto, pero mi virtud está dentro de esa imperfección, cuando soy capaz de sacar mi alma creo que alcanzo otro nivel, soy otra historia”, dijo. Y añadía cuando se le preguntaba sobre estética y pureza en el estilo: “Creo que los toreros deben tener una técnica, pero también creo que el toreo debe tener algo de incontrolable. Ahí está la magia. El torero debe darle a elegir al toro entre su cuerpo y la muleta y en esa actitud radica la pureza”.

Luque y su carácter

Luque por su parte es un torero en plena madurez, poseedor de una depurada técnica que le ha permitido salir triunfante de los compromisos más fuertes y remontar su carrera cuando por diversas circunstancias (frecuentemente por su propia rebeldía de juventud) se ralentizaba. Lo ha logrado en varias ocasiones, al punto que se crea que Luque siempre sale adelante. No le está resultando fácil que le hagan sitio en los carteles de las estrellas, seguramente por ser lo que los aficionados llaman un torero incómodo, tan capaz como el mejor y nada contemplativo. Se trata también de un gran capotero, en términos deportivos se diría que en especialidad tan difícil es un top tres; y con la muleta es torero dominador, de amplia técnica al que no parece costarle esfuerzo estar frente a los toros. Pese a su condición de sevillano es en Francia donde tiene la mayor consideración.

Ante la reciente irrupción de toreros llamados de arte a los que se les dispensaba un trato más amable en lo que se antojaba moda imperante, Luque respondía en Aplausos: “La moda es aquello que consigue que el público se levante de sus asientos en la plaza, lo que se sale de lo normal. Y si eso no quieren que sea arte que no lo sea, pero lo que manda, lo que siempre estuvo de moda, es la emoción”, y a ello se suele aplicar el sevillano.

Victorino, el argumento

El día de San José en Valencia se enfrentarán a una corrida de Victorino Martín, la ganadería emblema de las últimas décadas, en la que los que salen buenos son muy buenos y en contrapartida los malos muy malos y en todos los casos logran que todo cuanto se logra frente a ellos sea especialmente valorado. Sus toros cárdenos son la tercera pata del banco para una tarde que promete emociones. Por todo ello sería de justicia que las luces de las estrellas no ocultasen los argumentos de una tarde que promete ahondar en algo tan esencial en el toreo como las emociones y el trago fuerte. Arrebato y maestría frente a la casta de los victorinos sería la sinopsis argumental, luego el toro decidirá.

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