Fotos: JAVIER ARROYO
La novillada de Saltillo arrancó con un zancudo ejemplar de recogida cara pero agradable en su expresión. Alberto Pozo, debutante en esta plaza, lo paró con soltura. Mostró debilidad el de Saltillo y perdió las manos en algunas ocasiones. Se protestó que no se le picase. Pozo mostró oficio y buena disposición. Lo mejor fueron los doblones finales. Media estocada baja tras pinchazo.
Manuel Ponce se enfrentó a un novillo un punto más bajo, acodado de pitones y con agresiva mirada. Se enfadó el 7 con el mal tercio de varas. También dobló las manos este novillo. Manuel Ponce trató de aprovechar el viaje. Cuando lo provocó él, el novillo respondió mejor dentro de sus dificultades. No transmitió el peligro que tenía ya que siempre estuvo con el novillero. Con los aceros no estuvo acertado.
Jesús Díez se presentó en Las Ventas y se jugó la vida ante el duro tercero. De salida fue directo a la esclavina por el pitón derecho. Ni pasó. Díez se lo sacó a los medios con mucho mérito. En el caballo empujó sin emplearse del todo. En la muleta desarrolló sentido muy pronto. Díez se mostró firme, aguantó en todos los embroques con los pitones a la altura del vientre. Después de ese fielato llegaron muletazos con expresión donde el novillo lo buscó por abajo. Con la izquierda cada vez se quedó más por debajo hasta que llegó un duro volteretón. De nuevo hubo peligro al entrar a matar. Saludó una ovación al esfuerzo.
Cuajado y más amplio de sienes fue el cuarto. El más noblote del conjunto. De salida obedeció al capote de Alberto Pozo. Le dieron tres puyazos, al primero acudió franco. En los restantes hubo que meterlo en el peto. En la muleta fue noble a media altura, pasó aunque sin demasiado celo ya que salía con la cara por alto. Pozo le pegó muchos muletazos con su aguerrido concepto y lo estoqueó de forma trasera tras pinchazo.
Buen novillo fue el quinto. Encastado y humillador especialmente en la muleta. En el caballo estuvo a punto de derribar en el primer encuentro y empujó después. En el inicio genuflexo de Manuel Ponce se vio su transmisión. Ponce recordó en algunos gestos y movimientos a Rafaelillo. Queriendo poder al novillo con voluntad. El novillo fue importante en sus embestidas. Enterró el acero y saludó una ovación. El toro también fue aplaudido en el arrastre.
Jesús Díez confirmó en el sexto la buena impresión causada en el tercero. El que cerró la novillada de Saltillo se frenó de salida tras el saludo a portagayola de Díez, saliendo después suelto del caballo. En la muleta se entregó al convencimiento de Jesús Díez, el novillo no permitió ni un atisbo de duda. Le faltaba recorrido pero Díez trató de llevarlo largo. Buscó la colocación y encontró por momentos la relajación. Alcanzó momentos estéticos por un lado y de mérito por otro. Con los aceros de nuevo estropeó lo realizado. Pero dejó buena sensación de cara a la próxima temporada.
Madrid. Domingo 2 de septiembre de 2018. Novillos de Saltillo, bien presentados, variados de juego, siendo de mejor condición la segunda mitad del encierro. El quinto fue el más encastado. Alberto Pozo, silencio tras aviso y ovación con saludos tras aviso; Manuel Ponce, silencio tras aviso y ovación con saludos; Jesús Díez, ovación con saludos tras aviso en ambos. Entrada: Menos de un cuarto.