Dos ejemplares de Cebada Gago fueron los encargados de cerrar la semana taurina de la localidad valenciana de Lliria, siendo el último del año de esta localidad el que divirtió a la gran multitud de personal asistente, subiendo y bajando en repetidas ocasiones las escaleras de la parroquia de la Asunción, acudiendo a los cites de los aficionados y rematando en los barrotes. Anteriormente, fueron exhibidos toros de Antonio Bañuelos, Jaralta y Los Recitales. El primero de ellos acusó su falta de fuerzas mientras que el de Jaralta tuvo más genio llegando a rematar en bastantes ocasiones en los barrotes. Por su parte, el de Los Recitales, un toro bajito y recogido de cuerna se arrancó con prontitu resultando noble en su comportamiento.