Eduardo Jurado: Historia de una ilusión y una amistad

José Ignacio Galcerá
martes 22 de febrero de 2011

Cabe remontarse cerca de cuatro años atrás para comenzar a narrar la historia de Eduardo Jurado. Una historia que tiene, como la de muchos jóvenes un objetivo común, ser matador de toros.

VEA A EDUARDO JURADO TOREANDO

Para este joven de Priego de Códoba el camino no está siendo sencillo, años de lucha y esfuerzo, de trabajo sin recompensa pero con una afición desmesurada están consiguiendo que Eduardo Jurado siga persistiendo. Sin embargo, en toda esta travesía del desierto, hay un punto de inflexión, un tentadero en casa de Don Enrique Giménez Indarte.

El destino quiso ser caprichoso y unir aquella mañana a nuestro protagonista con el que al fin y al cabo es su gran apoyo en todo este sueño, Javier Villaverde, que lo relata de esta manera: “Eduardo acudía como tapia a un tentadero en el que iban a participar Curro Díaz, Chamón Ortega, al que acompañaba y Reyes Ramón. Me sorprendió su razonable parecido en algunos gestos a Miguel Ángel Perera y su respeto al toreo, conjugadas con unas ganas locas de querer ser torero”, y prosigue: “lo demostró delante de todas esas vacas a las que se enfrentó, una vez que el matador de turno las hubiera exprimido, eso es lo que más me llamó la atención. Precisamente con una de las vacas, a la que Curro Díaz le había hecho de todo, Eduardo se puso una y otra vez, hasta que las arrancó un pedazito de más de sus entrañas”.

Lejos de querer convertirse en su apoderado, Javier Villaverde sólo pudo ofrecerle la amistad y la entrada de una persona nueva en su entorno que iba a intentar que su nombre sonara de alguna forma. Promesas de amigos, trabajo en silencio, llamadas de teléfono, ayuntamientos y personas del mundillo con la misma recompensa de siempre. Nada. Un simple tentadero, era como hacer prácticamente una fecha para torear…

Para Eduardo Jurado no cabe duda que su amigo Javier Villaverde está siendo la persona más influyente de las que se ha encontrado en el camino. “Dejando de lado la amistad, siempre hemos trabajado desde la realidad, nunca ha dado falsas esperanzas, ni me ha vendido nada. Simplemente ha depositado muchas esperanzas en mí. Una persona que da la cara por ti y que te ofrece su ayuda, eso, vale más que cualquier contrato y que cualquier promesa que te hagan. El toro nos ha unido y nadie nos podrá desligar”.

No sabe lo que le deparará el futuro pero tiene claro que quiere seguir luchando junto a Javi. “Me da muchas ganas de seguir sacrificándome, porque es cierto que en ocasiones te sientes un tanto solo y que nadie confía en mí, eso es duro y aunque no tenga mucha fuerza o no sepamos lo que podemos conseguir entre los dos pero sí tenemos las ganas y la honradez de querer decir, voy poner el esfuerzo por conseguirte algo, eso es muy grande”, confiesa Eduardo.

Han pasado 16 años desde que Eduardo Jurado cogió sus primeros trastos de torear y desde entonces no ha parado. A los ocho años, Eduardo se enfrentó a su primer animal durante una fiesta campera en la finca del ganadero Domingo Carrillo. “Desde entonces empecé a entrenar allí, en Priego de Córdoba. De ahí han salido toreros como El Sombrerero, El Fandi también venía a entrenar. De ahí pasé a la escuela de Córdoba donde estuve un par de años, después fui a Jaén, Atarfe y ahora estoy por libre con la ayuda de Javi”, comenta Eduardo.

Lo suyo es una auténtica historia de amor y pasión por el toro. “Hay veces que me lo planteo y pienso que es una locura pero no puedo evitar sentirme atraído por este mundo. Me encanta ir al campo, torear una vaca. Sé que lo más sensato sería dejarlo, pero no puedo”, y añade: “cambiaría cualquier cosa por poder vivir de esto. Soy consciente de las dificultades que existen pero no miro objetivos muy lejanos, sino de disfrutar de objetivos del día a día como poder cuajar una vaca o pegar dos tandas de naturales, de entrenar a gusto de salón. Es la ilusión de todos los días. No puedes pensar en cosas imposibles sino de disfrutar e ilusionarte con lo que venga”.

“Llevo tres años queriendo debutar con caballos porque estoy seguro que el utrero me va a venir mejor pero si no te ponen es muy complicado. Estoy mentalizado y preparado para si tengo la oportunidad darlo todo, si me sale cara a seguir y si sale cruz me quedaré tranquilo de haberlo intentado”, concluye.

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