La pincelada del director

El mejor Madrid

José Luis Benlloch
domingo 26 de mayo de 2013

Fue una semana tremenda. Madrid en una gran versión. Como en los mejores tiempos. Pasión, controversia, toreo al gusto, toreo con disgusto -de una minoría- que no quiere decir que no sea toreo. Madrid en paz no sería Madrid. Ya ni las salidas a hombros escapan a la bronca. Que no se pierda, por Dios, aquella solemnidad de Antoñete o Curro, pongo por caso, en andas y envueltos de respeto y pasión. Tocar al ídolo no es guindarle. Pero no me quiero desviar de lo sustancial. En esta semana isidril hubo alternancias de lo más radicales, puro shock, se pasaba del negativismo a la euforia en menos de lo que cuesta arrastrar un toro y que salte el siguiente. Hubo fiesta, hubo drama, triunfos, cornadas, gentes que ascendían a los cielos y gente que se asaba en los infiernos y no quiero señalar que bastante cruz tienen. Ese es el toreo vivido y sufrido. Lo compro. Lo malo es que no pase nada, lo chungo es la indiferencia y el entreguismo. Hubo llenos rebosantes. Contra la crisis interés. El toreo vive en Madrid. Un alivio.

Lea la entrevista completa en su Revista APLAUSOS

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