El monumento funerario de Joselito El Gallo y que sirve de panteón a los Gallo e Ignacio Sánchez Mejías, tiene su futuro en vilo. Las altas tasas por el uso del terreno y el deterioro del monumento, obra cumbre del genial Mariano Benlliure, dificultan su continuidad como mausoleo de quien fuera el Rey de los toreros.
El terreno donde se ubica el mausoleo y monumento está ubicado en el cementerio de San Fernando de la capital andaluza, de titularidad municipal, por tanto y según señala la ordenanza municipal, se debe abonar una cantidad económica por cada metro cuadrado utilizado. El mausoleo de Joselito ocupa una superficie de unos 22 metros cuadrados, y según informa ABC de Sevilla, por cada metro cuadrado se debe abonar la cantidad de 566,90 euros, o lo que es lo mismo en el caso que atañe, alrededor de unos 12.400 euros por un período de cinco lustros. Según informa el propio periódico en la edición de este pasado viernes, los herederos de Gallito ya habrían renovado al cesión del espacio por 25 años más pero no garantizan que las generaciones venideras puedan hacerse cargo del elevado coste de mantenimiento.
Es por ello que la familia ha solicitado al Ayuntamiento de Sevilla una reunión para negociar el futuro del monumento, donde se abordarían las dos soluciones más factibles, una cesión de la obra o que se declarara Bien de Interés Cultural por parte de la Junta de Andalucía. El panteón se encargó en 1921 (por Sánchez Mejías) y se terminó en 1924, y antes de tener la ubicación actual, estuvo expuesto durante más de un año en el antiguo Palacio de Bellas Artes de Sevilla.
Joaquín Moeckel sale al rescate del monumento
El abogado y ferviente defensor de la tauromaquia, Joaquín Moeckel, ha manifestado su deseo de iniciar una campaña popular para restaurar la monumental obra de Benlliure. Moeckel ya se ha puesto en contacto con un grupo de restauradores especializados en la materia para pedir información y presupuesto para una posible intervención de la obra.
Moeckel visitó el monumento funerario la tarde del viernes, junto al restaurador Carlos Peñuela, que regresará el lunes 6 de noviembre con su equipo para analizar a fondo los daños que pueda tener la obra. La intención del popular abogado es la de encargar el presupuesto de restauración e iniciar una campaña de recogida de fondos, “siempre y cuando la familia lo considere oportuno y les parezca bien”.
