El oficio de sembrar

Tienes que poner en lo que creas más pasión que en ti mismo, ser generoso y vivir para regar el jardín de un milagro que va tomando cuerpo. Por eso, y por el esfuerzo de los que lo han trabajado y la aceptación de los que lo han pagado, nació, creció y se hizo sólido un canal de toros.

Las cosas tienen que estar muy bien hechas para que duren. Tienes que poner en lo que creas más pasión que en ti mismo. Tienes que ser muy generoso y vivir para regar todos los días el jardín de un milagro que va tomando cuerpo. Por eso, y por el esfuerzo de los que lo han trabajado y la aceptación de los que lo han pagado, nació, creció y se hizo sólido un canal de toros. Antes Canal Plus, ahora Movistar. Y ha llovido y hasta hubo tormentas. Pero logró su objetivo. Un canal de toros en un puñetero país en el que se da de todo menos toros. Eso sí que es una vergüenza. Y lo sigue siendo. Quita el esfuerzo de Castilla La Mancha, con Carmen Amores al frente, algo, demasiado poco en Andalucía, y algún esfuerzo en Extremadura y no demasiado más.

En este país se da mucho más cualquier deporte minoritario, el más chico, que toros. Aquel invento, petición de un personaje irrepetible, don Jesús Polanco, arrancó en 1991 y se hizo cuerpo meses después. Éramos pocos pero enamorados del proyecto. No queríamos algo que fuera perecedero. Lo contrario: soñábamos, porque si no eres capaz de soñar y encima con los pies en la tierra, lo que te sale es un churro o una quimera. Horas y horas imaginando algo que tenía que nacer con tanta belleza y tanta modernidad y, al tiempo, con tanto respeto y clasicismo en el buen sentido de la palabra, que tenía que renovarse cada año o cada tarde de toros. Tres hombres clave, Alfredo Relaño, primer jefe de deportes del Plus, Víctor Santamaría, el genio que Alfredo rescató de la autonómica gallega, tres a convertir los sueños en televisión tan respetuosa con el sagrado rito de los toros como vanguardista en el manejo de los medios técnicos y visuales. Y se logró. Todo se estrenó allí. La superlenta cambió la imagen en los toros antes que en el deporte, incluido el fútbol. El resto de la historia está ahí, viva. Y eso es un orgullo para todos porque este canal lamentablemente se quedó casi solo en la retransmisión de corridas. Pero ahí está, de 1992 hasta aquí -y que dure- no ha parado de crecer.

Alfredo hace años que se fue al AS, yo echaré de menos el estrés de cada día pero por fidelidad intentaré hacer una serie de documentales que tengan todo el sueño, toda la realidad, todo el sello de aquella idea que cuajó con tanta fuerza y que sigue todavía. Aunque la salud y el amor hay que cuidarlos. Y este es oficio de sembrar y no recoger otra cosa que gratitud, cariño y respeto. Por eso, 25 temporadas después, es una realidad. Ojalá que por mucho tiempo y en la línea de servicio con que se inventó.

AMÉRICA YA NO ES AQUELLA AMÉRICA DEL DORADO
Qué raro que de pronto se acabaron los toros en este país. Llegó el invierno, las canales le llamaban antes los toreros. Cuadrillas enteras se iban a currar a la remolacha o a hacer apaños para aguantar el invierno si no tenían la suerte de ir a América. Aquella América del Dorado que ahora, y me lo cuentan como es, la mayor parte de los toreros cruzan el charco, van y vienen poco más que por los gastos. Algunas figuras es aparte; pero todo se ha recortado.

Tiene buena pinta lo que quieren hacer en la México. Pero hay dos cosas que deben desaparecer. El vacío casi semanal de la plaza y el sopor de los toros descastados. Más gente y más toro porque toreros hay y mexicanos con interés, también. Margen de confianza y ojalá que la México vuelva a ser un espejo y no una plaza fantasma.

PADILLA, EL SER HUMANO QUE MÁS AMA SU OFICIO
Me pilla tan de cerca que me cuesta trabajo echarle flores. Me pasa con la gente que quiero porque se puede interpretar como lo que no es. Yo conocía a Padilla, cómo no, en la larga etapa del toro duro. Le respetaba, le censuré algunas cosas. Trato normal como tiene que ser, ni me debes ni te debo, libertad con educación y claridad con respeto. Hace cinco años pasó lo de Zaragoza. Me dijo que le gustaría que fuera yo quien le hiciera la primera entrevista. Así fue. Me impactó su fuerza, la dureza y el drama. Le invité a trabajar en la radio porque podría ser buena terapia la comunicación cada noche con los personajes de la Fiesta, de su oficio. Y sanó, algo ayudamos, y aparecía su inimaginable fuerza y fe interior. Ahora es mi hermano, pero yo soy hijo único, y no seré seguramente el hermano tradicional. Y te digo una cosa: yo le contraté para darle aire y vuelo. Y ahora, cinco años después de lo de Zaragoza, y otra vez en Zaragoza, está que se sale de moral y de fuerza. Cada cual puede pensar lo que quiera. Es un héroe, no será el más artista, ni el de más pellizco, pero es el ser humano, de tantos como conozco, que más ama su oficio, que más se siente torero y, miedo me da, que está convencido que mientras pueda se seguirá vistiendo de luces. Al final, vuelvo al principio de esta página. Repito: tienes que ser muy generoso para regar todos los días el jardín de un milagro. Eso es amor. Lo otro es simple negocio.

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