El Palco

El toreo es del pueblo y se lo quieren quitar

Rafael Comino Delgado
jueves 21 de enero de 2016

Actualmente se da la paradoja que aquellos que dicen defender los intereses del pueblo, es decir, la izquierda, quieren prohibir la Fiesta, la persiguen y la atacan con saña en diversas partes de España. Le quieren quitar al pueblo el toreo.

La fiesta de los toros era, hasta la primera mitad del siglo XVIII, sólo el alanceamiento de toros por pudientes caballeros feudales, los cuales tenían unos ayudantes, escuderos o chulos para socorrerles si era derribado el caballo o ellos caían, que actuaban a pie. Eran gente humilde del pueblo. Y ocurría que cuando estos tenían que salir por algún percance, los asistentes lo celebraban incluso más que la actuación del caballero, lo que hizo que algunos de esos escuderos alcanzaran gran fama y renombre entre la población, que pedía su participación. Posteriormente el público pedía que mataran al toro los actuantes a pie y así nació lo que hoy es el toreo. Fueron pues los primeros toreros a pie, es decir, los antecesores de los toreros de hoy en día. De tal manera que se considera como primer torero a pie a Francisco Romero (abuelo del gran Pedro Romero), que destacaba mucho como escudero de los caballeros maestrantes de Ronda. Por tanto no puede estar más claro que el toreo nació en el pueblo, del pueblo y para el pueblo. Posteriormente los Papas Pío V y Gregorio XIII, y más tarde los Reyes Felipe V, Carlos III y Carlos IV lo prohibieron, pero el pueblo hizo caso omiso a tal prohibición y el toreo continuó como algo del pueblo.

Sin embargo, actualmente se da la paradoja que aquellos que dicen defender los intereses del pueblo, es decir, la izquierda, quieren prohibir la Fiesta, la persiguen y la atacan con saña en diversas partes de España. Le quieren quitar al pueblo el toreo. La señora Carmena en Madrid, Bildu en San Sebastián, etc. Ayer mismo, el Ayuntamiento de Córdoba gobernado por PSOE (antitaurino declarado ya sin tapujos), Podemos y el resto de la izquierda consumaron el último ataque por ahora. Atacar a los toros en Córdoba, probablemente la ciudad más taurina de España, es como atacar la música en Viena. Pero los nuevos políticos, los salvadores de la humanidad, los que prometen el paraíso cuando en realidad sólo traen miseria, no tienen reparo en hacerlo.

Toda la izquierda en España (sus dirigentes) es antitaurina, va contra el pueblo. Eso es así por mucho que lo quieran maquillar. En el fondo la izquierda en España (insisto, sus dirigentes) siempre acaba poniéndose contra el pueblo, de una forma o de otra. Siempre les trae falta de libertad, pobreza, incultura, desastre.

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