Desde el palco

¡Feliz Navidad y próspero año nuevo!

Rafael Comino Delgado
lunes 26 de diciembre de 2011

Acabo de oír, durante 20 minutos aproximadamente, una tertulia radiofónica en la que se debatía sobre “si la Navidad es una fiesta pasada de moda o no”…

Acabo de oír, durante 20 minutos aproximadamente, una tertulia radiofónica en la que se debatía sobre “si la Navidad es una fiesta pasada de moda o no” (¡interesantísimo y decisivo tema!) y algunos tertulianos afirmaban que ya no gusta, que es demasiado añeja y que a un “progre” no le gusta ni la suele celebrar.

Pues muy bien, es una opinión que obviamente no comparto; a mí la Navidad me parece una fiesta entrañable, me gusta, siempre me gustó y siempre la celebré y la sigo celebrando, con mi familia y con mis amigos. También tengo por costumbre felicitar, en estas fechas, a aquellas personas a las que profeso especial afecto. ¡Ah! Yo no sé exactamente lo que es un “progre”; bueno no sé la definición exacta pero sí conozco algunos que se autodenominan “progres”.

En esta ocasión, y es el objetivo de las presentes líneas, también quiero felicitar a todos los aficionados de cualquier parte del mundo, porque con ellos comparto la misma afición. A todos los profesionales del mundo del toro, desde matadores de toros pasando por novilleros, banderilleros, picadores, mozos de espadas, ayudas, ganaderos, empresarios, apoderados, informadores taurinos, etc. etc. A todos les deseo lo mejor en la próxima Navidad y año 2012.

Pero puestos, y dado que ya tengo espíritu navideño, que es un espíritu de concordia y de paz, mi felicitación la hago extensiva a los indiferentes, es decir a los que no son taurinos pero tampoco antitaurinos, simplemente opinan que cada uno haga lo que desee, sin molestar a los demás.

Y, cómo no, me resulta inevitable desear a los antitaurinos la máxima felicidad, en todos los aspectos de la vida, pero eso sí que esa felicidad se vea levemente menguada porque no puedan prohibir los Toros, para que los aficionados podamos seguir viendo torear cuando nos plazca; es decir que haya libertad. Les deseo a los antitaurinos que sean tolerantes con los demás, pues los taurinos no somos tan malos.

Termino con la expresión más clásica que recuerdo al respecto, aunque tal vez no muy progre pero muy bonita, dirigida a todo el que la quiera  aceptar: ¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo!

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