Un día después de que Jesús Navarro, alcalde de Calasparra, explicara en rueda de prensa los motivos por los que la Comisión Taurina de la localidad murciana -que él preside- no ha logrado contratar al novillero de la tierra, Filiberto, ni para la novillada mixta del 30 de julio ni para la Feria del Arroz del mes de septiembre, fue el propio torero quien, en voz de su apoderado, Gonzalo González, explicó, también en rueda de prensa, su versión de los detalles de la negociación que, finalmente, no ha fructificado.
“Es cierto que ofrezco una novillada de El Torero que ya el año pasado dio un gran juego en Calasparra, pero la Comisión la rechaza por considerar que está, en cuanto a presentación, por debajo de lo que ellos consideran mínimo para su plaza. Cosa que acepto y respeto. Posteriormente con el consentimiento directo de Jesús Navarro, reseño una novillada de El Torreón que la Comisión acepta a pesar de que era considerada un tanto cara. Luego se me habla de una novillada de Daniel Ruiz, que veo en el campo y a la que doy el visto bueno. Como la novillada de El Torreón contaba con la aprobación de la Comisión la propongo para que la mate mi torero en septiembre en la feria, pero en una posterior reunión se me dice que las novilladas para la feria están cerradas y que la de El Torreón no tiene cabida. Se me ofrecen las cinco novilladas de la feria para que elija la que quiera, pero a mí no me encajan”, explicó Gonzalo González.
Respecto al tema económico, González explica: “El año pasado en la corrida de los Santos (fue una corrida mixta) Filiberto metió 2.300 personas en una plaza de unas 3000 localidades cobrando 7.500 euros. Este año en un principio se pidieron 9.000 euros, cantidad que finalmente estábamos dispuestos a dejar en 7.500 euros, exactamente la misma que el pasado año, aceptando un cuadrante que nos ofrecieron unos miembros de la Comisión con distintas cantidades a percibir en función de la entrada que se registrase. Con ello poníamos de manifiesto nuestra disposición por torear y que no queríamos nada que no se generase en taquilla, pero sí participar en una parte si había beneficios. Esta propuesta la rechazó una mayoría de miembros de la Comisión”.
González afirmó que unos días más tarde recibe una nueva oferta del presidente de la Comisión, Jesús Navarro, en la que demostrando un gran interés por la contratación de Filiberto, pone sobre la mesa dos posibles soluciones: “La primera opción que me propone es firmar un contrato por 7.500 euros, en la que el torero cobraría los mínimos (unos 4.500) y el resto hasta los 7.500 euros los debería de donar como una iniciativa del propio torero a una entidad benéfica. Y la segunda consistiría en cobrar los mínimos más un complemento de 1.000 o 1.500 euros si se registrase una buena entrada, y si la entrada fuese extraordinaria, recibiría otro tanto de una manera que considero un tanto extraña… Evidentemente mi negativa a estas dos fórmulas fue tajante”.
Por último González añadió: “Me parece de una gran falta de ética que el señor Navarro vaya aireando cantidades acordadas con profesionales y demuestra un gran desconocimiento y falta de profesionalidad al afirmar que pedimos lo mismo que un matador de toros cuando las cifras mínimas establecidas en convenio están ahí y son claras, a no ser que se trate de empresas que de manera desaprensiva pagan por debajo de éstas. Nosotros no hemos impuesto nada, hemos pedido lo que creemos que merece un torero que lleva gente, que es hijo del pueblo, y que se lo ha ganado en la plaza con triunfos y sangre. Se trata de que te encajen unas condiciones o no. Si no es así, no hay acuerdo y no pasa absolutamente nada”.
