Juan José Bellido: Continúa la saga de los “Chocolate”

Jorge Casals
martes 27 de septiembre de 2011

Juan José Bellido es la tercera generación de los “Chocolate”, toreros de plata de notable consideración en el mundo del toro. Tiene 22 años y está en quinto de Ingeniería Industrial Superior. Un joven preparado en la vida y que desde hace dos años, quiere probar suerte como sus antecesores. Tiene condiciones para ello y sus maneras apuntan al toreo bueno. Habrá que seguirle la pista.

Vea el vídeo de su actuación en Córdoba

Por su nombre uno ya sabe que viene de sangre torera. Se llama Juan José Bellido y se apoda “Chocolate”, como su padre y abuelo, ambos banderilleros de primera línea a las órdenes de toreros importantes. El primer Chocolate, abuelo del actual, fue el famoso mozo de espadas de José Cubero “Yiyo”. Aquel que roto en un llanto desconsolado sufría en el callejón de Colmenar Viejo el adiós de un príncipe. Tras la desgracia, volvió a vestir el chispeante. El segundo “Chocolate” probó suerte como novillero pero pronto vio que su destino no era vestir de oro y pasó a las filas de plata. Estuvo a las órdenes de toreros como Raúl Aranda, Antoñete, Manzanares, Niño de la Taurina, Pedrito de Portugal, Julio Robles o los hermanos Rivera Ordóñez. Y ahora, una tercera generación lleva el apodo “Chocolate” por los ruedos de España.

Tiene 22 de años. Una edad tardía para un novillero sin caballos aunque… nunca es tarde si la dicha es buena. Y es que este joven de Villaviciosa de Odón antepuso sus estudios al toreo. Acabará este año su carrera de Ingeniería Industrial Superior. Cinco años a curso por año no es un mal resultado. Como puede, compagina el toreo con los estudios: “Por la mañana voy a clase, por la tarde entreno y por la noche estudio”, asegura Juan José, que decidió tarde su futuro porque “en casa siempre veía las fatigas que pasaba mi padre cuando no eran épocas doradas y él siempre me hablaba de la dureza e intentaba quitarme el toreo de la cabeza. Yo siempre lo respeté pero ahora, es una decisión muy meditada y pensada. Él ahora sabe que es algo que he madurado con el tiempo y que mi decisión está muy bien pensada, por eso me apoya en todo”.

Juan José hizo oficial su idea de querer ser torero hace dos años, cuando le regaló a su padre un novillo de El Torreón en su 50 cumpleaños. Los dos se pusieron delante y ahí comprobaron que en el vástago había futuro. “No te creas que sabía torear mucho. Salía a alguna becerra pero hasta que no empecé en serio hace dos años, desconocía la técnica. Por mi edad no he podido ir a ninguna escuela taurina por eso, todo lo que sé me lo ha enseñado mi padre. Él quiere que vaya a la plaza muy bien preparado y que no sea uno más que quiere ser torero”. Su padre siempre le inculcó el gusto por el toreo bueno. No en vano admira a Manzanares y se fija no sólo en su forma de torear sino en “cómo llena el escenario y rezuma torería por toda la plaza. También me encanta Morante de la Puebla”. Él mismo se define como un torero al que le gusta más “la calidad que la cantidad”. Sin embargo, admira a dos toreros con quienes entrena, Frascuelo y El Fundi, “de ellos aprendo muchas cosas y me encanta su manera de vivir en torero. Son una referencia”, admite.

Con dos temporadas sin caballos y un total de 33 novilladas, en apenas unos días debutará con caballos. Será el 25 de septiembre en su ciudad, Villaviciosa de Odón. Hará el paseíllo con Paquirri y El Fandi en un festejo mixto en el que estoquearán un encierro de García Jiménez. “Estoy preparado y sobre todo con mucha ilusión. Con mi edad ya es hora de debutar”.

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