A PROPUESTA DEL DIPUTADO AYMERIC CARON
En la imagen, la Junta Directiva de la Unión de Ciudades Taurinas durante la última asamblea general.En la imagen, la Junta Directiva de la Unión de Ciudades Taurinas durante la última asamblea general.

La prohibición de los toros, a debate en noviembre en la Asamblea Nacional Francesa

Redacción APLAUSOS
miércoles 24 de agosto de 2022
"Buscan no solo prohibir los toros, sino fracturar la sociedad a través de la abolición de la libertad y de la diversidad de las expresiones culturales", señala André Viard

Promovida por el diputado parisino Aymeric Caron y apoyada por la France Insoumise (LFI) -el equivalente a Podemos en Francia- y los Verdes, la Asamblea Nacional Francesa debatirá en noviembre la prohibición de la tauromaquia en el nicho parlamentario del que dispone cada grupo en función de su representatividad. Al frente de la defensa de los toros y de los aficionados están la Union des Villes Taurines françaises, cuyos alcaldes están todos muy involucrados en el tema, y el Observatorio Nacional de las Culturas Taurinas, presidido por André Viard.

“Es la primera vez que un proyecto similar llegará a ser debatido, puesto que anteriormente sólo tuvimos que bloquear enmiendas introducidas dentro de proyectos generales, como lo fueron la ley del bienestar animal (2019) o la ley sobre el maltrato (2021). De alguna manera, si queremos ver el lado positivo de esta iniciativa que se presenta como la madre de las batallas de la afición francesa, tenemos con ella la oportunidad de derrotar para rato al anti especismo radical representado en la Asamblea Nacional por el diputado Caron, y que tanto daño ha hecho ya en otros sectores de actividad, como los circos, las cazas tradicionales o los parques acuáticos. Sin embargo, no será fácil, France Insoumise y los Verdes disponen de 95 diputados que se toman muy en serio este proyecto porque les permite vestir la piel del cordero, y a los que hay que añadir diputados de otros grupos que ven en los toros una barbarie inmoral con la que hay que acabar”, señala André Viard.

Desde que las últimas elecciones legislativas de junio dieron una mayoría relativa al presidente Macron, existe cierta inestabilidad en la Asamblea Nacional donde ha habido alianzas puntuales entre partidos generalmente enfrentados como pueden ser los extremos. “Para no ser víctimas de una alianza similar en torno a la sensibilidad animalista y al buenismo, empezamos a trabajar al día siguiente de las elecciones. Se estableció contacto con la presidencia de la República, con la Primera Ministra y la ministra de Cultura, y se mandó a todos los parlamentarios -diputados y senadores- un informe muy completo relativo a la importancia antropológica, histórica, social, económica, política y ecológica de la cultura taurina, así como a su inviolabilidad manifiesta de cara al marco jurídico e institucional”.

A diferencia de enmiendas anteriores que podían reunir una mayoría por ser bastante transversales entre todos los partidos, en la actual se trata de un ataque claramente político cuyo objetivo real es fracturar aún más la sociedad. “Buscan no solo prohibir los toros, sino fracturar la sociedad a través de la abolición de la libertad y de la diversidad de las expresiones culturales”, comenta Viard, que añade: “Afortunadamente, el diputado Caron tiene una imagen execrable por su radicalismo y LFI no goza de muchos apoyos en el hemiciclo por su manera de convertir cada sesión en un caos. Ofrecerles una victoria política apoyando a su proyecto de ley parece difícil.  Sin embargo, tratándose de un tema muy mediatizado, no podemos descartar que el día de noviembre en el que el proyecto de ley se debatirá en la Asamblea Nacional, muchos diputados no estarán presentes para no tener que posicionarse en el asunto de cara a sus electores que, según las encuestas de los animalistas, están en 80 % a favor de la prohibición. Con lo cual no descartamos la posibilidad de que la ley sea aprobada en primera lectura por una quinta parte de los 577 diputados dentro de un hemiciclo casi vacío como ocurrió en otros asuntos”.

El reto de la Unión de las Ciudades Taurinas de Francia y del Observatorio Nacional de las Culturas Taurinas pasa por convencer a un número suficiente de diputados para que estén presentes en dicha sesión y voten en contra de la proposición. “Tenemos apoyo en todos los grupos, a partir de la primera sesión parlamentaria a principios de octubre nos reuniremos con cada uno de ellos. Deben entender que este debate va mucho más allá del tema taurino. Si fueran prohibidos, muchos sectores caerían después”.

En caso de que la proposición fuera aprobada, ambas entidades pedirían el control de constitucionalidad del texto votado. Conforme a la jerarquía de las normas de derecho que antepone las convenciones internacionales sobre las leyes, existen muchas probabilidades de que la ley aprobada fuera declarada inconstitucional conforme a otros textos, como la Convención de 2005 de la UNESCO, con lo cual no sería promulgada. “Antes de depender del fallo del Consejo Constitucional, que nunca se sabe al 100 % lo que puede opinar, animamos a los diputados a que derroten una proposición de ley promovida por el odio a lo que somos, más que por defender a los toros”, sentencia Viard.

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