Se perfilan las apuestas a la espera de que “el bicho de la pandemia” aminore su ataque. Casi todo el mundo en España (el otro día hablamos con Simón Casas en la SER y puso el objetivo en los meses de junio, julio y agosto) está esperando, y ahora desde la Francia torista ya ha decidido Juan Bautista, el empresario de Arles, de acuerdo con el alcalde -a ver si aprenden a dialogar los alcaldes españoles-, que la Feria de Pascua no se vaya a paseo y se instale en los días 4, 5 y 6 de junio. El alcalde quiere lo mejor para las ferias de la ciudad. Lo bueno, si tocamos el tema político, es comprobar cómo los alcaldes galos van de la mano, y el apoyo a los empresarios. Igualito que aquí. Que se hacen los tontos o tienen el “no” siempre en la boca.
Nunca “pagaremos” el esfuerzo, el trabajo, la pasión de los ganaderos. Ni la de los grandes ni la de los que lidian en los pueblos. Ellos son los héroes
Por tanto Patrick de Carolis, olé su sensatez, ha retrasado para esos días de la feria taurina todos los espectáculos programados para otros eventos festivos. O sea que cuando vuelvan a darse toros la ciudad estará repleta de atractivos y viviendo la Fiesta con toda la ciudad abierta. Tomen nota los de Castellón, Valencia, Sevilla y la tira. Y a ver si se ponen de acuerdo para seguir el ejemplo francés. Todos a favor de la Fiesta. Y ya te redondeo lo de este ciclo galo: dos corridas de toros los días 5 y 6 de junio acompañadas en horario matinal por una novillada sin caballos un día y un festejo de rejones el domingo. Y ya de paso dos goyescas en septiembre en la Feria del Arroz, los días 11 y 12. Dos corridas de toros de lujo y una novillada. Y un montón más de actividades: la Cocarde d’Or, corridas camarguesas, etc.
Los ganaderos son los únicos que en el silencio y las dudas del invierno están ahí, al rabo de la vaca, alimentando toros y sueños, con el barro hasta la cintura. Ni tú ni yo, ni nadie, somos nada al lado de un ganadero. Solo ellos son rotundamente necesarios
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¿Y que cómo veo la temporada hispana? Habrá de todo. Ferias gordas, según dijo Simón en la radio, pinta que sueñan con junio, julio, agosto, septiembre. Por ahí van los sueños y los deseos. Aunque hay otro grupo de empresarios que están dispuestos a dar toros en cuanto haya un resquicio de sol y salud. La verdad es que todos están preparando su temporada y todos han cerrado ya su petición de toros en las ganaderías. Por cierto: nunca pagaremos como se merece el inmenso esfuerzo físico, mental, social y económico que hacen los ganaderos. Desde el que cría toros para las calles, al que se dedica a las novilladas, al que ya tiene listos los toros para las ferias, chicas, medio pensionistas o grandes. Nunca “pagaremos” el esfuerzo, el trabajo, la pasión de los ganaderos. Ni la de los grandes ni la de los que lidian en los pueblos. Ellos son los héroes. Los únicos que en el silencio y las dudas del invierno están ahí, al rabo de la vaca, alimentando toros y sueños, con el barro hasta la cintura. Ni tú ni yo, ni nadie, somos nada al lado de un ganadero. Solo ellos son rotundamente necesarios.
