El Quiebro
(Foto: Albert de Juan)(Foto: Albert de Juan)

Memorias de un sueño: El día del adiós

Ramón Bellver 'El Blanco'
martes 26 de junio de 2012

Al final se ha llenado la plaza. Llevo hora y media encerrado en el camerino y no me había dado cuenta. He pasado mucho miedo, pero ahora hay que dejarlo apartado, no tengo que dejar que me domine…

Al final se ha llenado la plaza. Llevo hora y media encerrado en el camerino y no me había dado cuenta. He pasado mucho miedo, pero ahora hay que dejarlo apartado, no tengo que dejar que me domine. No he descansado mucho esta noche, pero parece que me encuentre bien. No sé cuantas veces he rezado ya, pero en la capilla, desde luego, me he desahogado. La virgen me ayudará.

Vaya, que ovación, parece que la gente esté conmigo. Bien, eso me gusta, pero me mete más presión si cabe, no quiero defraudar a nadie, sobretodo a mí mismo.

Hay que respirar hondo, va a salir “Ruiseñor”, todo está en calma ahora, mis piernas preparadas, mi mente despejada. Ya está aquí.

Ha salido un poco desorientado, no pasa nada, ahora se fija, galopa, me gusta. Voy pa yá.

Voy a empezar con un recorte, ahí viene, me mide, no es tonto, voy a asegurar.

Bien, no ha estado mal. La gente sigue conmigo, vamos a quebrar. 

Lo probaremos primero, a ver que tal va, aunque… está muy bien colocado para el “reverso”, pero ese burladero, es el de la cogida, nunca he vuelto a pegar ese quiebro en este burladero. ¡Va!, hay que olvidar ya esos viejos fantasmas, el toro debe de entrar perfecto, está muy bien colocado, y el “Peño” me está viendo, quiero dedicárselo. No se hable más, voy a dárselo… ¡VENTE!

Bueno, ha salido como yo quería. Mira… la plaza está en pie. ¡Qué pasada! Voy a saludar.

Ahora otro recorte, ¡vamos, toro!…

Ha entrado mejor que en el primero, el próximo será el bueno. 

Hay que quebrar otra vez y calentar esto del todo. En el “reverso” se ha desplazado muy bien. Voy a colocarme de espaldas… Mírame, bonito… ¡Eh, Toro!…

Bien, ¡coño!, bien. Este si que ha sido un buen quiebro. Otra vez la plaza en pie, ¡que bueno!

Me queda darle un buen recorte. Centrémonos. Tengo que dejarlo llegar mucho, que me vea cogido, que se confíe… ¡VAMOS!…

¡Sí!, este sí me ha gustado.

Para rematar, otro quiebro, ¿pero cual? Un momento, cuando empezaba solía dar uno con una rodilla en el suelo, me levantaba un poco y la volvía a dejar en el sitio. Ese va a ser. Al medio otra vez. ¡VAMOS, BONITO!…

Bueno, muy bueno, de nuevo la plaza en pie… ¡que bien me siento!

Un último recorte…

Ya se ha quedado, no me va a regalar muchas más embestidas. Pero “Ruiseñor” ha cumplido. Buen toro. Un desplante para mostrarle mis respetos y cerraremos…

Bueno, y un último “alimón”, con Cesar Palacios, que se la debía…

La gente sigue en pie, parece que se lo han pasado en grande. Yo también. He disfrutado muchísimo. Ha sido como un sueño. Me da pena dejar esto. Lo voy a echar de menos. Pero mi familia y amigos merecen un respiro, y a mí cada vez me cuesta más hacer lo que hacía. Es el momento de irse. Esto ha sido muy bonito, pero la responsabilidad, el miedo, la preocupación de que todo saliera bien ha sido enorme. El sufrimiento forma parte de la vida, dice el maestro Fandiño, y además, luego la recompensa la saboreas mejor. Saboreemos pues, y dejemos paso a los que vienen arreando. Mi época ya pasó, mis ilusiones se cumplieron. Me quedan las calles de mi tierra para disfrutar del toro bravo, pero en la plaza, ya solo puedo decir adiós. Gracias a todos.

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