No tenemos remedio

Cuando un compañero, alma gemela en el concepto de la información, explica mi salida de la Cadena SER, lo natural es que para mí “ya está todo dicho”. Palabra por palabra, punto por punto. Esa es una ley no escrita pero cierta del periodismo. Lo que está bien contado que quede grabado. ¿Me duele irme? Sí y no. Cuarenta y nueve años, bordeando los cincuenta, sin faltar un solo día, ni uno y lo saben los oyentes, es una buena fecha para decir gracias y adiós. ¿Volveré? Creo que no, aunque siempre queda una rendija abierta a tantos años de pasión en este oficio. Pero el lema es claro: “La vida sigue”. Se abren nuevos caminos que poco a poco se irán conociendo. José Luis, el mestre, el compañero que comparte el mismo veneno de la información, ha tenido el gusto de recordar a la mayoría de los compañeros, tantos y tan entregados, que son los que han hecho fácil tantos años sin un día de holganza. Yo me conformaba con no fallar en APLAUSOS, con otras pequeñas y hermosas querencias pero mis vacaciones van a durar menos de una semana. No valemos para otra cosa, qué le vamos a hacer…

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