Preciosas hechuras lució Ebrio, el utrero elegido para la presentación venteña de Emilio Silvera. Visiblemente mermado de facultades físicas, fue devuelto a los corrales. Se corrió turno para que apareciese en el ruedo Juboso, un buen mozo con hechuras más propias de cuatreño que, tras derrumbarse en la salida del segundo puyazo, vio cómo asomaba de nuevo el pañuelo verde. Tuvo que salir el reseñado como segundo sobrero de Casa de los Toreros para completar el primer capítulo de la tarde. Brindó Silvera su lidia a Gonzalo Caballero antes de mostrar su buen trazo del muletazo a media altura. La movilidad expresada a media altura del castaño siempre fue a menos y con ella la faena. Hubo división de opiniones al saludar el novillero.
El segundo fue un colorado cornidelantero de sobrado y hondo cuajo. Cantó ya en los primeros tercios la falta de entrega y clase que supo administrar en la muleta Alfonso Ortiz. Extrajo algún natural y ayudados por alto de mucho mérito. Tras la estocada saludó una ovación.
Con Travieso hizo su debut en Las Ventas el toledano Tomás Rufo. La fea y escurrida anatomía del utrero se libró del castigo del peto para moverse sin clase en una muleta poderosa que terminó por dominar un molesto punteo. Faena a más de Tomás Rufo, rematada con una buena estocada, que le sirvió para cortar una oreja de un rotundo valor.
El cuarto turno quedó reservado para el primer sobrero de Casa de los Toreros. Cumplió con fijeza el colorado en dos puyazos muy bien señalados por Juan Charcos. Brindó al público Emilio Silvera antes de estrellarse con la escasa raza y emoción de un enemigo muy parado. Silencio tras aviso tras el arrastre de Temido.
Largo y muy astifino fue Flautero, quinto de la tarde. Pronto marcó su desagradable condición al acostarse sin emplearse en los capotes. Alfonso Ortiz solo pudo enseñar su disposición por ambas manos ante el brusco peligro sordo del animal. Se atascó con los aceros y el silencio cerró su balance final.
Cerró el envío salmantino de José Cruz un buen mozo de armónica y bella expresión. Estuvo a punto de descabalgar al piquero y Miguel Martín pareó con lucimiento. De nuevo volvió Tomás Rufo a mostrar su concepto de firmeza y mano baja ante un cornúpeta nada fácil que no regaló nada. Los aceros se llevaron un posible trofeo. Saludó una ovación tras aviso.
Madrid, jueves 18 de julio de 2019. Novillada nocturna. Cuatro novillos de José Cruz. Devueltos el 1º y el 1º bis, éste, salido tras correrse turno. Y dos sobreros de Casa de los Toreros, 1º ter y 4º. De presencia desigual y poco juego salvo el 3°. Emilio Silvera, saludos con división de opiniones y silencio tras aviso; Alfonso Ortiz, ovación con saludos y silencio; y Tomás Rufo, oreja y ovación tras aviso. Entrada: Más de un cuarto.