La pincelada del director

Repicar para vivir

José Luis Benlloch
domingo 25 de julio de 2010

El Juli sigue repicando alto. No perdona. Su velocidad de crucero cuando la frecuencia del calendario, el calor, el toro, la categoría de las plazas, los viajes, los pisotones del toro… y demás, empiezan a pedir profesionalidad no sólo no decae si no que se hace notar más y marca distancias. No crean que por menos categoría las plazas son más fáciles. De eso nada. Ante esa pregunta habría que responder que para unos sí y para otros no. De siempre ha habido toreros que en los grandes puertos se han hundido, lo que parece lo más natural, pero también ha habido toreros que han llegado a las playas y ni qué decirles a los arroyos o a los gaches y han perdido el celo y el estímulo y han acabado encallando. Pues ese Juli no hace distingos, en Valencia arreó con el dulce y con el bravo y horas después llegó a Roquetas y más de lo mismo y en Atarfe en una contrarreloj ese mismo día repitió éxito. Esa regularidad y el empeño en querer ser mejor y mejor todos los días que muestra el madrileño son las cosas que distinguen a los grandes.

Lea el artículo completo en su revista APLAUSOS

Síguenos

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando