Sin toro no hay nada. Si falla el toro, no puede haber Fiesta. Así ocurrió en la sexta de la Virgen de los Llanos de Albacete. Fallaron los toros de Núñez del Cuvillo y los dos remiendos de Algarra (4º y 5º) y en consecuencia, falló el toreo en el esperado cartelazo con Urdiales, Manzanares y Talavante. De la decepcionante tarde, tan solo fueron rescatables los naturales de corte relajado y buen trazo del riojano al buen primero, de justa fortaleza, y la expresividad artística de Manzanares con el colorado segundo, si bien la tarde cayó al abismo a partir de la salida del tercero, manso como los restantes últimos. Dos ovaciones para el pregonero de la Feria y un Talavante inédito fruto de un desastre ganadero en tarde para olvidar.
Corrida de expectación inicial en la sexta del abono de la Feria de Albacete con ambiente de gala. Plaza llena con algunos claros en los tendidos de sol. El primer toro de Núñez del Cuvillo, un jabonero de buen fondo y fuerzas muy justas, facilitó el toreo de buen gusto de Diego Urdiales , que aprovechó las facilidades del astado, al que faltó intensidad en sus nobles embestidas. La faena tuvo un tono de nivel ascendente sobre todo en tres tandas de naturales con relajo y formalización tan clásica como académica. Un trincherazo final fue excepcional. Estocada perpendicular y descabello. Aviso y saludos desde el tercio.
El remiendo con el hierro de Luis Algarra que hizo cuarto fue un manso deslucido. Embestía andando, calamocheaba y no repetía. Un buey de carreta con el que Urdiales probó sin convicción en tarde muy gris. Estocada y silencio. El sustituto de Morante pasó inadvertido.
El colorado segundo fue protestado por su escasa presencia y trapío, anovillado en suma. Recibió un puyazo fuerte tras el que el buen son del toro encontró el empaque de José María Manzanares en conseguidos derechazos. El astado de Cuvillo acudía con presteza a la muleta del alicantino, que decidió torear al natural sufriendo varias coladas. De nuevo con la mano derecha sobresalieron tres excepcionales derechazos de alta expresividad artística. Pinchó el torero para finiquitar con un bajonazo ovación con saludos.
El quinto también de Luis Algarra salió suelto y huidizo, buscaba la salida. Otro manso que no embestía ni a voces como hacia el porfión torero ora por el pitón izquierdo, ora por el derecho. Ni un muletazo tenía este saldo. Estocada de Manzanares y ovación del público que obligó a saludar al pregonero de la Feria. Sería por eso.
También de muy justa presentación fue el lidiado en tercer lugar que derribó al caballo. El toro manso se quedó sin picar, ¿acaso existe la suerte de varas…? Penoso. El cuvillo, incómodo y pegajoso no ofrecía nada y Talavante probó y terminó en un santiamén. Pinchazo, media estocada y descabello con silencio para el torero. Muy manso y derrengado fue el sexto de Cuvillo, al que Talavante tras brindar al público entre protestas macheteó por la cara a un astado muy manso. Fracaso ganadero, en suma. Dos pinchazos tras los que el toro se echó. Silencio para el torero en tarde decepcionante de la que se esperaba muchísimo más.
Albacete, miércoles 13 de septiembre. Sexta del abono de la Feria de la Virgen de Los Llanos. Toros de Nuñez del Cuvillo y Luis Algarra (4º y 5º), mansos y deslucidos a excepción de primero y segundo, que fueron los que más se dejaron. Diego Urdiales, que sustituía a Morante de la Puebla, ovación tas aviso y silencio; José María Manzanares, ovación y ovación; y Alejandro Talavante, silencio y silencio. Entrada: Lleno.
