La sede del Consejo General de Colegios Veterinarios de España acogió este fin de semana la entrega de su XXXV Trofeo Taurino al ganadero Santiago Domecq por su astado de nombre Contento, distinguido por el jurado como el de mejores características zootécnicas y bravura de cuantos se lidiaron en la última Feria de San Isidro.
El acta del jurado, leída por su secretario, José Ramón Caballero de la Calle, recoge el acuerdo mayoritario para reconocer al citado ejemplar, marcado con el número 14, de capa negra, con un peso de 599 kilos, que fue lidiado en la tarde del 31 de mayo por Fernando Adrián en quinto lugar. El fallo destaca que el mencionado animal reunió “las condiciones exigibles de calidad, demostrar un alto nivel de bravura en los tres tercios, y destacar por su casta, nobleza, movilidad y clase en la faena de muleta”.
El presidente del Consejo General, Luis Alberto Calvo Sáez, señaló que en este año del centenario de la corporación “estamos aquí para cobrar ese cheque en blanco de aquellos ganaderos que en los siglos XVIII y XIX comenzaron a seleccionar la sangre brava hasta llegar a la actualidad. Además, la fiesta de los toros no supone un tema tabú y, como veterinarios, seguiremos apoyando su promoción y la mejora de la raza de lidiad entro de nuestras posibilidades”.
Por su parte, Santiago Domecq confesó que para su familia “siempre es un honor recibir un premio, como señal de que las cosas salen bien, y es un plus que nos lo entreguen los veterinarios, una profesión que es fundamental en nuestro equipo en sanidad, selección y preparación. Los son desde hace ya muchos años, cuando Juan Carrasco, ya fallecido y con un gran ojo clínico para el ganado bravo, empezó a trabajar en nuestra casa”.
Así, explicó que en la actualidad veterinarios especializados en bovino de lidia como Estefanía Sánchez, Pedro Fernández y Julio Fernández “nos ayudan a tener a los animales en un perfecto estado de salud, algo básico para salir a la plaza. Somos ganaderos libremente, con mucha afición que siguen mis hijos, en un momento muy complicado. Por ello nos alegramos de los triunfos, que son un acicate, y asumimos los fracasos”, aseveró Santiago Domecq, que defendió un tipo de toro que genere interés en el tendido y exija un esfuerzo al torero.
