Equilibrio y madurez son los dos términos que actualmente mejor definen tanto el momento personal como artístico de Sergio Galán. En efecto, la serenidad y sosiego que aportan la experiencia de la vida, unidas al oficio y la sabiduría que se desprende de conocer cada vez mejor tanto al caballo como al toro…
Equilibrio y madurez son los dos términos que actualmente mejor definen tanto el momento personal como artístico de Sergio Galán. En efecto, la serenidad y sosiego que aportan la experiencia de la vida, unidas al oficio y la sabiduría que se desprende de conocer cada vez mejor tanto al caballo como al toro, han convertido a Galán en un torero a caballo sólido, poderoso, sin fisuras técnicas y, en consecuencia, perfectamente capacitado para interpretar el toreo como realmente lo siente. Es decir: con clasicismo, con pureza y con elegancia.
“En Madrid quedé muy satisfecho. Los dos toros fueron muy difíciles y tanto yo como mis caballos nos empleamos al máximo. Arriesgué al límite y mi entrega fue total”
“Vidrié está toreando mejor que nunca. Es un especialista a la hora de “tocar” a los toros para provocar su embestida. Siente el toreo de frente y se rompe más toreando por delante”
“La madurez me ha dado seguridad en mí mismo, disponer de recursos suficientes para resolver los problemas que me plantean los toros y, torear más despacio, con más limpieza y ligazón”
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