Desde el palco

Sin muerte en Quito

Rafael Comino Delgado
lunes 05 de diciembre de 2011

Acaba de empezar la feria de Quito sin que se ejecute la suerte de matar, de acuerdo con la prohibición impuesta allí, y sobre el tema ha surgido un gran debate entre dos tendencias…

Acaba de empezar la feria de Quito sin que se ejecute la suerte de matar, de acuerdo con la prohibición impuesta allí, y sobre el tema ha surgido un gran debate entre dos tendencias, por una parte los que no ven bien que los toreros españoles participen en tales corridas y por otra los partidarios de que sí vayan, pero cuando se escuchan los argumentos de unos y otros la conclusión es que ambos llevan razón. Pues bien después de hablar bastante sobre el tema con representantes de ambas tendencias, de leer artículos a favor y en contra de una y otra actitud y tras larga reflexión pienso que tal vez sea mejor la segunda tendencia, es decir participar, y ello por las siguientes razones: 1) Si torean en Portugal, ¿por qué no ir a Quito? Me dirán, hombre no es igual porque en Portugal es tradición que no se maten los toros. No es igual pero es lo mismo, no se hace la suerte de matar. 2) Si las figuras españolas se niegan a ir, al final están castigando a los aficionados de allí, a los organizadores y a ellos mismos porque dejan de torear; es decir salen perjudicados los que no tienen culpa mientras los prohibidores se frotarán las manos, porque han devaluado la feria. 3) Aunque no fueran las figuras seguro que torearían otros de menos categoría, pero al no ser carteles fuertes el público acudiría menos a la plaza y los éxitos tendrían menos repercusión. 4) Como esta situación se prolongará mientras los gobernantes actuales estén en el poder, por lo menos, la feria poco a poco irá perdiendo importancia, la gente se irá acostumbrando a no ir a los toros y cuando se vuelva a la corrida total se habrán perdido muchos aficionados. Echar a la gente de la plaza es fácil pero hacer que vuelva es muy difícil. Se habrá hecho un gran mal a la Fiesta, justo lo que quieren las autoridades prohibidoras. 5) Se argumenta que tal prohibición podría extenderse a otras plazas e incluso países. Yo creo que ese riesgo es mayor si no se torea (o no lo hacen las figuras), pues los antitaurinos se dan cuenta de que con sólo prohibir la muerte del toro se está dejando de torear. Es decir se les facilita lograr su objetivo que es la desaparición del Toreo. El razonamiento sería: ¿si con sólo prohibir la muerte del toro dejan de torear para qué prohibir el Toreo? 6) Hace mucho tiempo el objetivo de la lidia de un toro era la muerte del mismo por el torero en la plaza; de hecho no existía la faena de muleta, pues tras las banderillas el torero cogía la espada y la muleta, cuadraba al toro y lo mataba. Pero eso hoy ha cambiado y el objetivo de la lidia, lo importante, es que el torero haga una obra de arte, su obra. De hecho cuando la faena de muleta no es lucida, aunque sea por mala condición del toro, por muy buena que sea la estocada la faena no será premiada con orejas, incluso habiendo sido una lidia perfecta para ese tipo de toro. Hoy no hay duda de que el objetivo es realizar una bella obra de arte, porque así lo exigen los públicos que mantienen el espectáculo; decir lo contrario es no estar en la realidad, e ignorar la realidad es estar condenado al fracaso. Pienso que lo inteligente es admitir que los tiempos cambian y ahora han traído esto en Quito y habrá que seguir apoyando a la Fiesta (esperando que las aguas vuelvan a su cauce), de la forma que se crea más favorable y a mí ésta es la que me parece mejor, naturalmente respetando cualquier otra opinión que a su vez respete a las demás, por lo que si alguien me demuestra que estoy equivocado rectificaré inmediatamente.

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