Traje de torear que vistió Jaime Marco El Choni el día de su alternativa

Bibliografía:

DELGADO, P. De seda y oro. Un toque de distinción, Diputación de Valencia, Valencia, 2005, p. 75

SERRANO. M. Guía – Catálogo Museo Taurino, Diputación de Valencia, Valencia,1990, p.37

Crónicas taurinas:

Dígame. 16 de octubre de 1944. Madrid. Pag. 4

El Ruedo. 18 de octubre de 1945. Madrid

Exposiciones:

De Seda y Oro. Un toque de distinción. Museo Taurino de Valencia, 2005.

Jaime Marco Gómez El Choni triunfó como novillero en las plazas más importantes del país, demostrando voluntad, arrojo y destacando por sus finas maneras. La crítica taurina le auguraba una brillante carrera como matador de toros. El Choni había demostrado importantes progresos durante la temporada de 1944, al situarse en un puesto destacado en el escalafón de su categoría con 34 corridas toreadas. Sus triunfos se materializaron en 29 orejas, 8 rabos y 41 vueltas al ruedo. El reconocimiento profesional como novillero facilitó la programación de su doctorado, el 1 de octubre de 1944 en la plaza de toros de Valencia, con Rafael Ponce Rafaelillo y Carlos Arruza completando el cartel.

Suspendido el festejo a causa de una lesión de Arruza, la alternativa se llevó a cabo finalmente el 15 de octubre, en el tradicional festejo a beneficio de la Asociación de la Prensa. El cordobés Manolete actuó de padrino, cediéndole la muerte del toro Tendero, de la ganadería de Juliana Calvo, con Manuel Álvarez El Andaluz como testigo. Jaime Marco lució el traje rosa pálido bordado en oro para la ocasión con un brazalete negro en el brazo izquierdo, en señal de duelo por el fallecimiento del novillero Manolo Cortés.

El novel matador consiguió entusiasmar a los aficionados, cortando dos orejas; una por cada toro lidiado. Los numerosos triunfos obtenidos en campañas sucesivas, como el día de la confirmación de su alternativa en Madrid, el 6 de mayo de 1945, supuso su reconocimiento como uno de los diestros más destacados, en un panorama taurino dominado por la figura de Manolete. Las constantes cornadas sufridas afectaron el trascurso de su carrera, cuya retirada definitiva se produjo en 1958.

(PPF)

Dedil del picador José Bayard Badila

Bibliografía:

ANÓNIMO. Reseña histórica guía del visitante Museo Taurino, Imprenta Ortega, Valencia, 1929, pág. 39; ed. 1944, p. 35; ed. 1947, p. 101; ed. 1951, p.101

SERRANO. M. Guía – Catálogo Museo Taurino, Diputación de Valencia, Valencia, 1990, nº 25

José Bayard Badila es considerado uno de los más hábiles picadores de la historia del toreo. Se caracterizaba por su gran personalidad y por su completa formación en las diferentes prácticas del arte de torear, como rejoneador, alanceador y ocasionalmente, en la práctica del toreo a pie. Badila trató de mejorar la indumentaria profesional de los picadores en la búsqueda de un sentido más práctico y elegante. Entre las transformaciones que llevó a cabo destacó el perfeccionamiento de la protecciones de hierro que cubren las piernas de los varilargeros (la mona) y la calzona.

El dedil formaba parte de la indumentaria que utilizó el famoso picador Badila en sus tardes de triunfo. Esta pieza se colocaba humedecida en los dedos índice y pulgar de la mano que sujetaba la pica, para evitar el escurrimiento de la vara en el momento de picar las reses.

José Bayard Badila inició su aprendizaje con el maestro Francisco Calderón. El éxito obtenido en su presentación en Madrid el 5 de noviembre de 1876 supuso un importante impulso en su carrera. Esta triunfante trayectoria le llevó a tomar la alternativa de picador de toros en Madrid el 1 de junio de 1879.

Badila toreó en las cuadrillas de los matadores más relevantes del momento; empezó a ejercitarse en el manejo de los caballos bajo las órdenes de Gonzalo Mora. El maestro Frascuelo fue su protector en sus inicios. Durante un periodo de tiempo realizó su aprendizaje bajo la dirección de los matadores Ángel Pastor, Valdemoro, Felipe García y formó parte de las cuadrillas de Luis Mazzantini, Francisco Montes Paquiro y Antonio Reverte.

(PPF)