La Pincelada

Un pulso en el que todos pierden

José Luis Benlloch
lunes 30 de diciembre de 2013

De nuevo el toreo pillado entre dos fuegos. Ahora por mor o mejor desamor del Grupo de los Cinco y Canorea, que algunos han resumido como las figuras frente a Sevilla aunque también podría titularse al revés. Una especie de zafarrancho sin sentido por mucho que…

Las figuras desenfundan

Lo que se perdería

Y si se uniesen los empresarios

De nuevo el toreo pillado entre dos fuegos. Ahora por mor o mejor desamor del Grupo de los Cinco y Canorea, que algunos han resumido como las figuras frente a Sevilla aunque también podría titularse al revés. Una especie de zafarrancho sin sentido por mucho que a última hora de ayer (domingo) y a falta de nuevas escaramuzas o replanteamientos un parte de Canorea mejorase los pronósticos. Es un fuego de comunicados que en este caso y vistos los antecedentes no es nada inocuo. Se trata de una de esas grescas que ya parecen habituales en el toreo cada cierto tiempo en las que cada cual va a lo suyo. Se ponen la Tauromaquia por montera y se dejan arrastrar por el orgullo así acaben pegándose un tiro en el pie. Es justamente lo que han hecho. Las palabras de Machado siguen teniendo vigencia: En España de cada diez cabezas nueve embisten y una piensa. En cualquier caso nadie gana, todos pierden, especialmente la imagen del toreo.

Vayamos al principio. Un mal día, a Canorea se le va la lengua y la moderación y pierde las formas y mezcla razones con gritos. Y naturalmente pierde lo primero. Sucedió en una comida de balance de temporada con los medios. No es la imagen que merece una plaza como Sevilla ni lo que necesita el toreo en tiempos tan convulsos para el propio toreo y para la sociedad. Ni habitaba en el edén si por edén se puede entender una buena atención al público, un crecimiento del abono de su plaza o unas negociaciones anuales tranquilas o la presencia de todas las figuras o un prestigio creciente de su gestión o la edad dorada de la Maestranza. Nada de eso se le recuerda. Ni el haber habitado en ese edén le autorizaba a ello. Pero el hombre en uso de su libre albedrío y con no poco coro de animadores, soltó la lengua, perdió la moderación si alguna vez la tuvo, perdió las formas, mandó a uno al Congo o parecido, situó a otros en la amargura o en la incapacidad negociadora, afeó la discreción de otros… sin que nadie supiese con qué fines lo hacía ni midiese las consecuencias de todo aquello en unos tiempos en los que el toreo, insisto, urge de acuerdos, concordia y serenidad. Pero le petó hacerlo y lo hizo.

LAS FIGURAS DESENFUNDAN.- El resultado se larvó hasta la semana última en que la parte contrincante hizo piña, desenfundó de su cartuchera un comunicado y lanzó el gran ór­dago: mientras esté la empresa Pagés, es decir Ca­­norea, no negociamos, es decir no vamos a Se­vi­lla o parecido y se metió en un callejón sin salida y sin necesidad, salvo que alguna de las partes re­culase, cediese y volviese a ponerse en postura ne­gociadora que de primeras no parecía tarea fácil ni plato de gusto para ninguno de ellos conociendo el orgullo y los egos que habitan en esta historia.

He de reconocer que he tenido que rectificar esta columna prácticamente sobre las galeradas de la imprenta porque no pensé que Canorea rectificase tan presuroso. Me alegro porque aunque el conflicto no esté zanjado se ha avanzado en la solución o al menos el empresario ha demostrado la cintura necesaria para cambiar el signo de la partida y la paz o al menos el armisticio parece posible si es que los matadores realmente quieren paz.

LO QUE SE PERDERÍA.- No lograrlo supondría que Sevilla se quedaría sin verles -los cinco son primeros espadas, unos más que otros, con grandes hazañas en la Maestranza y muchos partidarios-; ellos sin la opción de un triunfo en Sevilla de esos que tanto cotizan y tanto engrandece sus historiales además de sin los sustanciosos honorarios que cobran en esa plaza; la empresa Pagés en su versión actual cargaría con un manchón más en su currículo, aunque uno no sabe hasta qué punto le molestaría o lo consideraría una medalla; y los aficionados burlados en sus ilusiones, divididos, muy divididos entre los partidarios de los cinco y los que se inclinan por la empresa y hasta se aprecia un tercer bando que apuesta por zaherir y descalificar a unos y a otros. Y todos, eso es lo malo, con sus razones.

También los hay, ese sería otro bando, quienes piensan que la situación les favorece y hasta sueñan con que no se resuelva nada, sobre todo los amigos del río revuelto, postura nada edificante; existen aquellos otros que se quedan habitualmente a las puertas de ferias de ese fuste y dicen lo que el monaguillo del chiste cuando muere el Papa… que corra el escalafón; y hasta quienes piensan de buena fe, que una ruptura de esa naturaleza permitiría refrescar el escalafón, adelgazar la cuenta de costes y abaratar las localidades que es algo necesario y hasta no se descarta como una op­ción por parte de la empresa para inclinar la balanza de la opinión pública a su favor. Y en esos temas cuando digo empresa habría que decir también los maestrantes que siguen atrincherados e impasibles en sus cielos y en su tanto por ciento sobre el que por cierto casi nunca nos detenemos a reflexionar pese a lo mucho que engorda los costes.

Y SI SE UNIESEN LOS EMPRESARIOS.- La pregunta finalmente es ¿y ahora qué va a pasar?… De momento tras el comunicado de Canorea toca mover ficha a los matadores. Es de esperar que el ambiente navideño les influya, que quien pueda, si es que puede alguien, ponga serenidad y el necesario seny que es la expresión en catalán del sentido común al que ha recurrido ahora, esperemos que a tiempo, el empresario y que si lo traigo a cuento es en memoria del primigenio Pagés, catalán y uno de los taurinos más valorados de la historia a quien Canorea debe su estatus actual; también cabría si no hay avenencia, que de la misma manera que en este envite inicial se han juntado los matadores, se juntasen los empresarios y el conflicto se extendiese a otras plazas y alcanzase dimensiones inesperadas e incalculables, posibilidad que a poco que los empresarios taurinos mantuviesen el espíritu empresarial de otros sectores sucedería, aunque en el caso del toreo no parece fácil.

Lo más esperanzador por el momento es el comunicado de Canorea la tarde del domingo ofreciendo disculpas y diálogo, eso hay que reconocérselo y no porque rectificar sea de sabios que no lo es, sino porque es la demostración definitiva de que un tío se ha equivocado y lo quiere enmendar. A la espera estamos de un comunicado definitivo de la otra parte, es lo que toca, que ponga las cosas en su sitio: a unos defendiendo sus intereses y a los otros los suyos a ser posible sin que ni los unos ni los otros olviden los intereses de los aficionados y del toreo aunque eso no parece tan fácil. De momento el fuego parece controlado que no apagado porque como dijo Machado…

POSDATA.- Yo me pregunto, es curiosidad periodística, qué fuerza de liderazgo tan tremenda hay en esa toma de postura colectiva para que se insista en otra acción conjunta después de los recientes y nefastos resultados de otras acciones parecidas; y aún me admiro más de la fuerza de ese liderazgo ante la renuncia de dos toreros de la categoría de Manzanares y Morante a la plaza que más cartel y dinero les puede dar. Es como entregar su comodín a la competencia.

El artículo completo, en su revista Aplausos de esta semana

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