En el recuerdo permanece aún la faena de Diego Urdiales al toro Favorito de Alcurrucén en la pasada Feria de Bilbao, en una tarde en la que el riojano acabó de entrar definitivamente en el corazón de una plaza que ha significado mucho en su carrera. Dos tardes está anunciado este año el de Arnedo, en dos carteles de lujo y categoría, como reconocimiento a ser el gran triunfador de la anterior edición. El guardián del toreo clásico llega a la cenicienta arena de Vista Alegre para revalidar aquel triunfo, con la necesidad además de dar un golpe de atención en una temporada donde los números no reflejan la realidad de uno de los toreros que mejor interpretan el toreo puro. “Siempre ha sido una plaza muy especial para mí. Allí he triunfado prácticamente todas las temporadas de manera consecutiva y conseguir una tarde tan importante como la del año pasado, con las emociones y sensaciones que viví en esa plaza, hace que me sienta un torero muy identificado con Bilbao. Me siento a gusto y comprendido porque es una afición que tiene mucha sensibilidad y paciencia. Cada detalle lo aprecia, cada cosa especial que se haga en el ruedo y que no siempre es fácil de comprender, Bilbao lo entiende. Siento que es una plaza que se identifica con mi forma de entender el toreo: he cortado nueve orejas y he cuajado tardes inolvidables en esa plaza”, asegura el diestro riojano.
Como inolvidable es ya la faena a Favorito de Alcurrucén, el toro al que le cortó las dos orejas el año pasado. “Fue de esas tardes que son muy difíciles de conseguir. Me dejé llevar, hubo unas emociones interiores y unas sensaciones tan especiales que es difícil de explicar. Cuando uno se abandona y se deja llevar por sus sentimiento, es algo especial”.
Aquella tarde, el riojano rompió a llorar tras la faena. “Hubo muchas emociones encontradas que sentí a lo largo de la tarde. Fueron esas emociones y también las circunstancias, porque parecía que hacía falta cortar las orejas para convencer a no sé quién. Yo pensé muchas veces que podía llegar ese triunfo, y he luchado mucho para que llegara. En esa plaza concretamente, estuve viendo toros en la escalera siendo yo matador de toros y soñaba con poder pisarla. Que años después lograra una tarde así, ya te puedes imaginar lo que eso supuso para mí. La emoción me embargó. Fueron muchas cosas las que pasaron por mi cabeza”.
Necesita Diego Urdiales un triunfo en Bilbao. La temporada no está siendo todo lo triunfal que le hubiera gustado. “Desgraciadamente no he tenido la suerte necesaria. Igual que hablan y escriben maravillas de mi toreo, en un momento te destrozan. Por eso, tendrán que venir otra vez esas tardes triunfales en las que tendré que convencer… a no sé quién. Mira, la esencia del toreo va mucho más allá de las orejas. Las sensaciones y lo que yo vivo muchas tardes sin cortar orejas, pueden ser más importantes que otra tardes triunfales. Lo que de verdad mantiene la Tauromaquia es el toreo, no las orejas”, concluye.
