(Foto: Arjona)Tarde de arrimones y de rivalidad. Talavante desoreja al tercero, el mejor garcigrande, en una gran faena asegurándose la puerta grande. Perera pone la emoción en el quinto y corta dos orejas que se suman a la de su primero. Juli arranca una a cada uno de sus oponentes y acompaña a los extremeños a hombros.
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Gran tarde de toros para abrir temporada en Olivenza. En el ruedo se vio a tres auténticos colosos que rivalizaron y que se jugaron el tipo en todo momento. Al final, los tres toreros salieron a hombros en un buen encierro de Garcigrande.
Al toro que abría plaza, noble pero de corto de recorrido, lo recibió muy bien El Juli con la capa por verónicas. Después le hilvanó una faena con la muleta que se podría dividir en dos fases: una primera con una diestra dominadora y un último arrimón en un palmo de terreno en el que se dejó llegar el toro a la taleguilla. Lo despachó de una buena estocada y cobró la primera oreja de la tarde que bien pudieran haber sido dos.
El segundo fue un toro muy bueno, especialmente por el pitón derecho, por donde Miguel Ángel Perera centró la mayor parte de su actuación ya que por el izquierdo arrollaba y mostraba menos intensidad. El extremeño se mostró templado en un primer momento para dar paso a una serie de circulares que culminaron con un nuevo arrimón, dejándose llegar los pitones al pecho que despertaron al público. Tras una estocada atravesada hizo uso del descabello y todo quedó en una oreja.
Con el que hacía de tercero, un gran toro de Garcigrande, repetidor y que humillaba en todo momento, Alejandro Talavante cuajó una faena con mucha improvisación y frescura en la que no faltó el temple y que remató con adornos preciosos que conectaron con el público y una gran estocada que le valieron las dos orejas que le garantizaban la puerta grande. El toro fue ovacionado en el arrastre.
Con el cuarto, un animal complicado, El Juli se mostró muy superior a su oponente, ganándole el sitio en todo momento a base de garra y atacándole en su terreno para robarle los muletazos por ambos pitones en una faena muy ligada que malogró con un pinchazo y una estocada trasera. Aun así, tras un aviso, el madrileño obtenía otro trofeo, suficientes para abandonar en volandas la plaza.
Perera salió dispuesto a darlo todo en el quinto. Frente a un garcigrande noble pero que embestía con la cara alta, el torero anduvo firme, dispuesto y entregado totalmente de principio a fin en una faena de toreo fundamental que destacó especialmente sobre la diestra y con un final tremendo en los medios dejándose acariciar por los pitones por delante y detrás, sacando pases de mucha emoción y levantando al público de sus asientos. Una buena estocada un tanto trasera puso la rúbrica a una meritoria actuación premiada con las dos orejas.
El que cerraba plaza resultó ser el peor de la tarde, un toro desagradable que embestía a oleadas. Talvante estuvo bien tratando de someterlo por el pitón derecho e incluso le sacó algún muletazo suelto que resultaron insuficientes para obtener premio. Mató de estocada atravesada y tres pinchazos y dos descabellos. Al final fue silenciado. Aún así, abanadonaba a hombros la plaza junto a Juli y Perera.
Sábado, 3 de marzo. Toros de Garcigrande, buenos y nobles, mejores segundo y tercero, ovacionado en el arrastre. El Juli: Oreja y oreja tras aviso; Miguel Ángel Perera: Oreja y dos orejas; Alejandro Talavante: Dos orejas y silencio. Entrada: Lleno de “No hay billetes”.
