La revolera

Una novillada de prueba

Paco Mora
lunes 18 de mayo de 2015

La novillada de Mayalde no ha sido ni mucho menos un regalo para sus tres jóvenes matadores, que han salido con pase de libre circulación para las ferias del verano taurino.

Los toreros de los años cincuenta solían decir: “De Mayalde, ni de balde”, refiriéndose a los toros del conde que fue alcalde de Madrid. Mas de sesenta años después no han cambiado mucho. La novillada de esta tarde, bien presentada y con el peso de una corrida de toros de cualquier plaza de segunda, no ha sido ni mucho menos un regalo para sus tres jóvenes matadores. Excepto el cuarto que, después de una seria voltereta a Posada de Maravillas, ha roto a bueno demostrando casta y bravura, y al que el nieto de mi amigo Juan que EPD le ha cortado una oreja a base de coraje y buen toreo, los demás han durado poco y el sexto se ha acordado del dicho con el que comienza este billete, y ha intentado arrancarle la cabeza al peruano Roca Rey. Al francés Clemente, ese calco físico de un Pepe Luis con dieciocho años, no le ha dado su lote la mínima oportunidad de mostrar sus maneras de por allá abajo. En fin; una novillada seria, dura, de auténtica prueba para tres novilleros que apuntan alto, de la que han salido con pase de libre circulación para las ferias del verano taurino.

Posada de Maravillas, que se ha revelado como artífice de un toreo muy personal que abandona el cuerpo, baja las manos y juega las muñecas como si fueran de algodón en rama, ha entrado en Madrid con fuerza dejando la impresión de que puede haber en él un torero distinto. Clemente ha quedado casi inédito, salvo varias incursiones con el capote con cierto pellizco de eso que en Andalucía llaman duende y “El divino calvo”, hermano mayor de Joselito, denominaba “similitruqui”. En Roca Rey tiene José Antonio Campuzano un diamante ya casi pulido, una promesa de figura del toreo que además de torear bien, con un innato sentido de los terrenos y de las distancias, tiene mucho valor. Pero valor de ese que hace falta para torear bien, que es el valor más auténtico en un torero.

El público de hoy sí que era el público de Madrid. Tal parecía que a los reventadores no les gustan las novilladas y se habían tomado el día de descanso. Deberían hacerlo más a menudo.

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando