José María Manzanares paseó un tofeo. Eulalio López “Zotoluco”, silenciado en su lote. Gran ambiente en Insurgentes con alrededor de 32.000 espectadores.
GALERÍA FOTOGRÁFICA DE TADEO ALCINA
Fotos: TADEO ALCINA
Abrió plaza un toro de nombre Igual que Yo, resultando ser un animal manejable pero desrazado, sin empuje y deslucido. Zotoluco, que hacía el paseíllo número 73 en Insurgentes, anduvo voluntarioso y tratando de hilvanar faena pero el lucimiento resultó imposible. Mató de una estocada casi entera y ligeramente perpendicular y caída y fue silenciado. Realizó un esfuerzo frente al cuarto, un toro deslucido, áspero y rebrincado, al que acabó metiéndolo en el canasto, extrayendo alguna tanda meritoria sobre todo en el epílogo de la faena de muleta. Labor larga en la que el veterano diestro quiso justificarse en todo momento. Cayó baja la estocada y se esfumó el premio.
Manzanares se topó con un toro deslucido, sin fijeza ni entrega y con peligro sordo, condiciones a las que se sobrepuso el torero alicantino a base de mucha firmeza y de saber tirar del toro con la muleta adelantada, llevándolo sometido siempre por abajo. Muy metido Manzanares en la faena, que tuvo entrega y emoción por las dificultades del oponente. Mató de una buena estocada y paseó una oreja de mérito. Su segundo fue un animal noble y manejable pero sin transmisión ante el que firmó una labor con pasajes templados sobre ambas manos pero que no terminó de romper nunca. Una serie ligada al natural fue lo más relevante de su actuación. Faena larga del alicantino mal rematada con la espada.
Joselito Adame firmó ante el tercero de Hamdan, premiado con el arrastre lento, una gran faena. Fue éste un toro más serio aunque feo de hechuras que resultó excelente en la muleta por su humillación, ritmo y profundidad en su embestida. El mexicano se lució en un buen saludo a la verónica y abrió faena por estatuarios antes de cuajar a placer a “Grabado en el alma”. Relajada la planta, erguida la figura, encajado y muy templado. Suavidad y muy despacio toreó el hidrocálido. Abandonado. Sentida la labor, de excelente corte por su naturalidad y gusto. Un trincherazo para cerrar una serie al natural fue un auténtico cartel de toros. Mató de una estocada casi entera tras pinchazo y paseó una oreja.
El mexicano desorejó al sexto y último de la tarde, un toro de Xajay al que logró meter en el canasto y torear a placer, con esa naturalidad y desmayo de la que hizo gala durante toda la tarde. Con el capote se mostró variado, en un quite por zapopinas. Y ya en la muleta, el hidrocálido mostró su versión más templada, en la que hubo gusto y muletazos de trazo largo. Muy torero el inicio de faena, sentado en el estribo y con ambas rodillas en el suelo. Mató de una estocada desprendida y fue premiado con las dos orejas.
México D.F. (México). Toros de Julián Hamdan (1º, desrazado; 2º, deslucido, sin fijeza ni entrega; y 3º, excelente, humillador, con temple y profunidad en su embestida, premiado con el arrastre lento) y Xajay (4º, áspero y rebrincado; 5º, noble y manejable; y 6º, noble y templado, premiado con el arrastre lento). Eulalio López “Zotoluco”, silencio en ambos; José María Manzanares, oreja y silencio tras aviso; Joselito Adame, oreja y dos orejas. Entrada: 32.000 espectadores. Se tributó un minuto de aplausos en memoria de Humberto Moro. Representantes de las distintas peñas y aficionados dieron la vuelta al ruedo portando unas pancartas reivindicando la libertad de ir a los toros. La Porra Libre entregó el trofeo Manolo Martínez a Joselito Adame como triunfador de la última Temporada Grande. La terna, obligada a saludar por el respetable.
