MÉXICO D.F.- TEMPORADA GRANDE

Morante, cumbre en la México

El sevillano, inspirado, templado y torero, firma una obra grande frente al cuarto premiada con las dos orejas
Redacción APLAUSOS
lunes 18 de enero de 2016

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE TADEO ALCINA

VÍDEO RESUMEN DEL FESTEJO

Fotos: TADEO ALCINA

El inicio de faena con trincherillas andándole al toro y varios derechazos sueltos plenos de hondura fueron los pasajes más destacados de la faena de Morante al toro que abrió plaza. El de Teófilo Gómez, bien presentado, fue falto de raza y de fuerza y se empleó poco en sus embestidas. Aun así, el de La Puebla fue capaz de endilgarle unos cuantos muletazos con su consabida torería. Mató de media estocada desprendida saliéndose de la suerte y escuchó la ovación del público.

Morante cuajó ante el cuarto una obra grande. El cadencioso quite por chicuelinas fue el prólogo perfecto a una faena plena de temple, torería e inspiración. El de Teófilo Gómez, noble y rajado, embistió humillado y eso permitió al sevillano dejarse llevar y bordar el toreo desde el inicio rodilla en tierra hasta tres series sobre la diestra reunidas, ligadas, profundas. Los remates de las tandas fueron auténticos carteles de toros: la trincherilla, el del desdén, la forma tan airosa y personal de salir de la cara del toro. Una extraordinaria serie al natural hizo crecer la intensidad de la faena y los decibelios en los tendidos que se pusieron en pie. Un auténtico alboroto. Sinfonía morantista. Un pase de pecho a la hombrera contraria y barriendo el lomo del toro fue antológico y eterno. Al ralentí el toreo del de La Puebla que remató su cumbre con una estocada y a sus manos fueron a parar las dos orejas.

La media verónica con que remató el saludo capotero y el galleo por chicuelinas para llevar al toro al caballo fueron las notas destacadas de El Payo durante el primer tercio. Luego, tras brindar al público, instrumentó dos buenas series de derechazos, la segunda de ellas bajando más la mano y rematando con un despacioso cambio de mano. Sin embargo, la poca fuerza del noble toro de Teófilo impidió que la desigual labor tuviera verdadera consistencia. Mató de un pinchazo hondo y varios golpes de descabello, siendo aplaudido. El Payo saludó una ovación desde el tercero tras pasaportar al quinto. El mexicano anduvo por encima de un toro falto de fondo y raza y lo hizo gracias a una labor entregada, dispuesta y cuyos mejores pasajes llegaron en el toreo en redondo. Pese a los fallos con los aceros, saludó una ovación desde el tercio.

Fermín Espinosa “Armillita IV” sorteó por delante un toro protestado por su trapío y por su falta de fuerza. Pese al desencanto del respetable, el torero de dinastía trató de meter al público en la faena primero con un quite por saltilleras y luego con una faena presidida por la disposición, sin embargo su esfuerzo no fue tenido en cuenta, siendo silenciada su labor. Frente al sexto anduvo esforzado en un labor sin mayor historia y que no pasó a mayores.

México D.F. (México), 17 de enero de 2016. Toros de los Herederos de Teófilo Gómez, desiguales de presentación y juego. El cuarto, premiado con el arrastre lento. Morante de la Puebla, ovación con saludos y dos orejas; Octavio García “El Payo”, palmas y ovación con saludos; Fermín Espinosa “Armillita IV”, silencio en su lote. Entrada: Un cuarto. Al término del paseíllo se tributó un minuto de aplausos en memoria del ganadero Alejandro Arena Torres Landa -recientemente fallecido- y los tres matadores fueron invitados a saludar. Se desmonteró Gustavo Campos tras banderillear al cuarto.

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