Apizaco, ciudad natal de Rodolfo Rodríguez “El Pana”, se despidió del torero en un sentido velatorio. A pesar de que se esperaba abrir la capilla a las 7 de la tarde, el cuerpo no llegó hasta la madrugada procedente de Guadalajara, donde falleció y donde también le hicieron un homenaje antes de partir hacia Apizaco, lo que no impidió que centenares de aficionados siguieran esperando al diestro.
Primero, el féretro fue llevado a la casa donde vivió de niño el diestro y paseado por las calles que le vieron crecer. Después fue llevado a la capilla ardiente, donde llegó a las 4 de la madrugada hasta la hora del funeral en la plaza de toros, las 4 de la tarde -11 de la noche hora española-.
Muchos son los aficionados, gente del mundo del toro y aficionados que están pasando para dar el último adiós a El Pana.